INSTITUTOS UNIVERSITARIOS

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Gracias a Dios Todopoderoso, a mi Madre Felipa García, a mi Familia y a estos Institutos por mi Formación Académica.

domingo, 1 de abril de 2012

GALILEO FRENTE AL PARADIGMA FILOSÓFICO (PARTE IV): Y A PESAR DE TODO, SE MUEVE (EPPU, SI MUOVE).


A pesar de que en 1616 el Santo Tribunal hace un análisis de la Teoría Heliocéntrica expuesta por Nicolás Copérnico que nació en Toruń, Prusia, Polonia el 19 de Febrero de 1473 y murió en Frombork, Prusia, Polonia el 24 de Mayo de 1543.  Fue un Astrónomo Polaco del Renacimiento que estudió la Teoría Heliocéntrica del Sistema Solar, concebida en primera instancia por Aristarco de Samos (310 a. C. - 230 a. C. Fue un Astrónomo y Matemático Griego, nacido en Samos, Grecia) quien es la primera persona, que se conozca, que coloca el Sol, y no la Tierra, en el Centro del Universo conocido. Copérnico fue además Matemático, Jurista, Físico, Clérigo Católico, Gobernador, Administrador, Líder Militar, Diplomático y Economista.

Su teoría empezaba a tener mucha fama en el ámbito Científico, Filosófico y Teológico y aunque de acuerdo a la experiencia cotidiana y por ciertos fragmentos de la Sagrada Biblia, se llegó a la conclusión de que esta teoría no era herética, sino contraria a las Escrituras y falsa en la Filosofía. El Papa Urbano VIII (Maffeo Barberini, que nació en Florencia en Abril de 1568  y murió en Roma el 29 de Julio de 1644. Papa nº 235 de la Iglesia Católica entre 1623 y 1644), quien era un antiguo amigo de Galileo y que incluso antes de subir al trono pontificio le escribió un poema en su honor titulado Adulatio Perniciosa. Galileo le retribuyó este acto con la dedicación de su libro Il Saggiatore. Sin embargo en 1630, después de la difusión de la obra magna de Galileo Dialogo Sopra I Due Massimi Sistemi del Mondo, Urbano VIII cambió radicalmente su postura hacia el Sistema Copernicano, debido a que algunos de sus consejeros apelaban a la idea de que "Simplicio" el personaje necio e ignorante de la obra, defensor de las ideas Aristotélicas, fue creado por Galileo para ridiculizarlo a él mismo.

Urbano VIII estuvo presente en el juicio que se siguió contra Galileo el 23 de Septiembre de 1632 y el 22 de Junio de 1633 y que fue dirigido por la Santa Inquisición Romana, es decir, las autoridades seculares encabezadas por el Cardenal Belarmino y en la cual Galileo se vio obligado a retractarse de sus tesis sobre el Heliocentrismo bajo amenazas de tortura si no lo hacía.

Desde la publicación de la documentación completa del juicio contra Galileo en 1870, toda la responsabilidad de la condena ha recaído tradicionalmente sobre la Iglesia Católica, encubriendo la responsabilidad de los profesores de Filosofía que persuadieron a los Teólogos de que los descubrimientos de Galileo eran heréticos. A pesar de todo se recuerdan aun las palabras que según la leyenda pronuncio Galileo al concluir su abjuración, el cual refiriéndose al Movimiento Terrestre murmuro según Giuseppe Baretti (Escritor y crítico de la Ilustración italiana): Eppu, si muove (y a pesar de todo, se mueve). Otros como Stillman Drake no creen que este haya pronunciado esas palabras en ese momento sino después, pues esto significaría que Galileo hubiera corrido con la misma suerte de Bruno, morir en las manos del Martillo de herejes.

El Papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores que hubieran cometido los hombres de la Iglesia a lo largo de la historia y en el caso de Galileo propuso una revisión honrada y sin prejuicios que en 1979 que se encargara de estudiar la controversia de Claudio Ptolomeo (Siglo II. Astrónomo, Matemático y Geógrafo Griego. Geocentrismo, Teoría Astronómica que sostenía que la Tierra era el Centro del Universo)-Nicolás Copérnico (Heliocentrismo) durante los siglos XVI-XVII, pero considerando que no era una rehabilitación. La comisión se nombró en 1981 y dio por concluidos sus trabajos en 1992, repitiendo una vez más que la tesis de Galileo carecía de argumentos Científicos para demostrar el Heliocentrismo y sostuvo la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y evitando una rehabilitación plena.










Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 13 de Abril de 2012. Página 6.

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