INSTITUTOS UNIVERSITARIOS

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Gracias a Dios Todopoderoso, a mi Madre Felipa García, a mi Familia y a estos Institutos por mi Formación Académica.

domingo, 15 de abril de 2012

EL DÍA DE LA MADRE O DÍA DE LAS MADRES.




Es una festividad que se celebra en honor de las Madres. Se celebra en diferentes fechas del año según el país.


Antecedentes históricos: Las primeras celebraciones del Día de las Madres se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los Dioses Zeus, Poseidón y Hades. La Enciclopedia Británica da la siguiente definición: "Fiesta derivada de la costumbre de adorar a la madre en la antigua Grecia. La adoración formal a la madre, con ceremonias a Cibeles, o Gea, la Gran Madre de los Dioses, se ejecutaba en los idus de marzo por toda Asia Menor" (1959, tomo 15, pág. 849). Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la Madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que los panameños adoptaron para la celebración del Día de la Madre. En la confesión católica la Virgen María es considerada como la "Madre de Dios", por creer que su hijo Jesús efectivamente era y es el Hijo de Dios.



El Moderno Día de la Madre: Fue creado por Julia Ward Howe (Nació el 27 de mayo de 1819  y murió el 17 de octubre de 1910. Fue una célebre abolicionista y activista, defensora de los derechos de las mujeres en el contexto sociopolítico propio de la sociedad norteamericana de mediados del siglo XIX. Su pensamiento evolucionó hacia las filas del sufragismo que fue un movimiento reformista social, económico y político que promovía la extensión del sufragio (el derecho a votar) a las mujeres, abogando por el «sufragio igual» (abolición de la diferencia de capacidad de votación por género) en lugar del «sufragio universal» (abolición de la discriminación debida principalmente a la raza), ya que este último era considerado demasiado revolucionario). Era originalmente un día de madres por la paz, que luego se convirtió en un día para que cada familia honrase a su madre. Actualmente ha sido aceptada esta celebración en muchos lugares del mundo.



Contrajo matrimonio con Samuel Gridley Howe el 23 de abril de 1843 y de el adquirió el apellido que usaba. Conocida por haber escrito la letra de la canción The Battle Hymn of the Republic  (Himno de Batalla de la Republica) y por su Proclama para el día de las Madres en 1870. Fue autora de ensayos, libros de viajes y poemas, que le valieron llegar a ser la primera mujer elegida para la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras, en 1908.



Proclama del Día de las Madres



¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: 'No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia'. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice '¡Desarma! ¡Desarma!' La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.



Dedico este acróstico a mi Madre y el mensaje también a todas las Madres de Venezuela y Yaracuy. Y especialmente a mis Madrinas Elba, Nancy y Suleima, mis Hermanas y Sobrinas, mis Madres putativas Aismara, Crismilda y Orieta, y a las Madres del IUTAJS, U. E “José A Sosa G” y de la U. E “José A Páez”, de la Zona Educativa y del Yaracuy al Día, a Aida Yecerra y Sharon Aro y las Madres de la calle 30 y de la familia Mora y Barreto Montilla:



Felicidades tengan todas nuestras bellas Mujeres abnegadas

En este día tan importante y verdaderamente memorable,

Logran darnos afectos y cuidados de una forma desinteresada,

Impregnándonos de un manto de amor muy confortable.



Por una hermosa vocación que Dios les concedió desde el cielo

Apagan ráfagas de tristeza y melancolía que invadan nuestras vidas,

Ayudándonos a superarnos cada día, en este mundo sin consuelo,

Gracias les doy Madres por tan infinita bondad para curarnos heridas.

Publicado en el Yaracuy al Día el Domingo 13 de Mayo de 2012. Página 6.

domingo, 8 de abril de 2012

EL PANAMERICANISMO.


En las ideas de nuestros Libertadores Francisco de Miranda y Simón Bolívar se comenzó a gestar la definición de Panamericanismo Latinoamericano, que a la postre fue modificado y se convirtió en un concepto que tendía a identificar una integración  de los Estados Unidos con los países de habla hispana tal como lo apreciamos en la siguiente cita textual:





Panamericanismo: Tendencia a fomentar las relaciones de todo orden entre los países del hemisferio occidental, principalmente entre los Estados Unidos de América y los países hispanoamericanos.

Bajo este concepto los Estados Unidos, dentro de los pocos años siguientes a su Independencia ya mostraban primordialmente tres objetivos:

1.     Instaurar a Latinoamérica como su zona de influencia.
2.     Expandir sus límites territoriales hacia los cuatro puntos cardinales.
3.     Mantener a América Latina como punto de comercialización más importante.

Dentro de estos intereses vemos que los Estados Unidos buscan tener predominio en el Continente Americano, e incluso desde las Conferencias Panamericanas hasta la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA), pues han buscado influir en países hispanoamericanos buscando su protagonismo y control en la zona a través incluso de intervenciones a ciertos países Americanos. 

Aunque la idea de integrar al Continente Americano y más concretamente a América Latina tiene sus orígenes con Simón Bolívar desde 1820, teniendo presente que El Libertador de las Américas trató de fomentar una integración Latina desde el periodo pos-independentista, pues él percibía que las insipientes Naciones Americanas deberían de estar unidas contra embates de intereses extranjeros tales como España o Estados Unidos, y procurar la Independencia de países que seguían bajo el dominio de los colonizadores como Cuba. En 1826 en el Congreso de Panamá se reunieron México, la Gran Colombia, Centroamérica y Perú, buscando una integración subcontinental, sin embargo esta integración no se pudo llevar a cabo ya que las naciones citadas tenían conflictos internos bastante pronunciados y preferían enfocarse a cuestiones de otras índoles, lo cual condujo a su fracaso.
Cabe destacar que en 1811 el panamericanismo formaba parte del ya deseo general de los Venezolanos, deseo cimentado en la búsqueda de la Unidad y de la Universalidad, el cual está consagrado en la estrofa trina de nuestro Himno Nacional: "Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación...".
En este orden de ideas se entiende por panamericanismo o integración panamericana, al movimiento diplomático, político, económico y social que busca crear, fomentar y ordenar las relaciones, la asociación y cooperación entre los países de América en diversos ámbitos de interés en común. El término se diferencia de americanización, que es la admiración por la cultura y el estilo de vida Estadounidense. Recordemos a esta generación el Himno a las Américas:
Un canto de amistad,
de buena vecindad,
unidos nos tendrá eternamente.
Por nuestra libertad.
Por nuestra lealtad.
Debemos de vivir gloriosamente.
Un símbolo de paz,
alumbrará el vivir,
de todo el Continente Americano.
Fuerza del optimismo,
fuerza de la hermandad,
será este canto de buena vecindad.
Argentina, Brasil y Bolivia,
Colombia, Chile y Ecuador.
Uruguay, Paraguay, Venezuela,
Guatemala y El Salvador.
Costa Rica, Haití, Nicaragua,
Honduras y Panamá.
Norteamérica, México y Perú,
Cuba y el Canadá.
Son hermanos soberanos de la libertad,
Son hermanos soberanos de la libertad.

En este fin de semana pasado se celebró la Cumbre de las Américas que es una reunión de jefes de estado y de gobiernos de América, auspiciada por la OEA y celebrada en alguna ciudad del continente con el objetivo de formar una estrategia común para “resolver los problemas de la zona” aunque primordialmente llevaba implícito tratar de implementar el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). La constituyen 34 naciones Americanas a excepción de Cuba que fue excluida el 31 de enero de 1962 de la OEA, por ser un Gobierno Marxista-Leninista incompatible con los principios y propósitos del Sistema Interamericano.
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 9 de Mayo de 2012. Página 6.

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE VI Y FINAL): ¿LA IGLESIA SOBRE QUÉ PIEDRA?.

 
Recordemos que Pedro por la fe le dijo a Jesús: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo» y él le replico diciendo «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto, la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos» pues Pedro lo dijo antes que Jesús muriera Crucificado, luego le dijo: Tú eres Pedro, y sobre esta Piedra edificare mi Iglesia, y las puertas del Hades (Seol: Región de los muertos) no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedara atado en los Cielos, y lo que desates en la tierra quedara desatado en los Cielos en Mateo 16: 13-20, lo cual fue Profetizado en el Antiguo Testamento según Isaías 22: 22. Además, Pedro era uno de los tres discípulos íntimos que junto a Santiago y Juan, después fueron testigos de la Transfiguración de Jesús en Marcos 9: 2-8. Ahora bien, los Católicos dicen que Pedro es el primer Papa, aunque si es la primera Piedra con la que se construyó la fe Cristiana, y no se debe tomar tan literalmente diciendo que es el primer Papa de la Iglesia Romana, pues pregunto a los Teólogos Letrados de esta época, en que libro está escrito cuando Pedro designo antes de su muerte a su predecesor y porque estos como Pedro y Jesús, no han vivido humildes y sin tantos Honores Humanos, ya que sus predecesores ahora ostentan grandes títulos: Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor de Pedro, Siervo de los Siervos de Dios, Santo Padre, Sumo Pontífice y hasta el de Jefe de Estado.

Continuando con Hechos de los Apóstoles, del que se dice es El Libro de los Orígenes del Cristianismo, Pedro dice: Él (Jesucristo) es la piedra que vosotros, los constructores,  habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Entonces la Piedra es un hombre como Pedro o la fe en el nombre de quien se encuentra la Salvación, “Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos” (Hechos 4:11-12). Así notamos que el Cristianismo comenzó, como un Movimiento Religioso dentro del Judaísmo, y así lo consideraron también las Autoridades Romanas durante muchas décadas. La tradición afirma que el mismo Pedro, fundó la Iglesia Cristiana en Roma. Otro de los personajes más importante de los primeros tiempos del Cristianismo fue Pablo de Tarso, originalmente Saulo, su nacimiento fue entre los años 5  y 10 d. C., en Tarso (actual Turquía) y murió en el año 67 en Roma, no perteneció al Círculo de Apóstoles de Jesucristo y se convirtió al perseguir Cristianos cerca de Damasco, cuando lo envolvió una luz caída del Cielo que le cegó hasta que un discípulo llamado Ananías le impuso las manos, lo bautizo, recibió el Espíritu Santo y predicó por primera vez allí.

Pablo se acercó a los no Judíos y transformó el Cristianismo de una Secta Judía en un Movimiento Religioso más amplio. Es llamado el “Segundo Fundador del Cristianismo”. Pablo fue muy influido por la Cultura Griega Helenística. Creía que el mensaje de Cristo debería ser predicado no sólo a los Judíos, sino a los Gentiles (los no Judíos). Pablo fue pionero en la fundación de Comunidades Cristianas a todo lo largo de Asia Menor y en las Costas del Mar Egeo. Proveyó un fundamento universal para la difusión de las ideas de Cristo. Enseñó que Cristo era, en efecto, un Dios Redentor, el Hijo de Dios que había venido a la Tierra para salvar a todos los seres humanos pecadores, de hecho, a causa del pecado original cometido por Adán al desobedecer a Dios y que con su muerte, Cristo había expiado los pecados de la humanidad y había hecho posible que todos los hombres y mujeres experimentaran un nuevo comienzo con la posibilidad de la salvación personal con sólo aceptar a Cristo como su Salvador.

Algunos Romanos pensaron que los Cristianos eran excluyentes en exceso pues no aceptaban a otros Dioses y, en consecuencia, se abstenían de asistir a los festivales públicos que honraban a esas Deidades y no le rendían Culto a los Emperadores Romanos. En el siglo IV, el Cristianismo prosperó como nunca antes y Constantino el Grande (Nació en Naissus la actual Ciudad de Niš el 27 de Febrero de 272 y murió en Nicomedia, Bitinia y Ponto el 22 de Mayo de 337) desempeño una función importante ya que le apoyo aparentemente desde el año 312. Esto debido a que cuando su ejército debía librar una batalla crucial contra Majencio en el Puente Milvio, que cruzaba el río Tiber al norte de Roma, de acuerdo con una Historia Tradicional, al entrar en una batalla decisiva tuvo la visión de una Cruz Cristiana con la Leyenda: “Con este signo, Vencerás”. Luego, habiendo ganado la batalla, Constantino se convenció del Poder del Dios Cristiano. No fue bautizado sino hasta el final de su vida y en el año 313 promulgó el famoso Edicto de Milán, por el que oficialmente se toleraba la existencia del Cristianismo y le entregó un Palacio Romano al Papa Silvestre I.

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE V): ¿LA RESURRECCIÓN ES UN ACTO DE FÉ?.

 
El Evangelio de Juan presenta la persona y el mensaje de Jesús de un modo bastante distinto de los Evangelios Sinópticos tanto en contenido como en su lenguaje, en este Evangelio la muerte de Jesús coincide con la Pascua Judía. Además aquí, María Magdalena fue sola al sepulcro muy de madrugada y descubrió que la piedra había sido removida y luego corrió en busca de Pedro y del «Discípulo a quien Jesús amaba» para avisarles (Jn 20: 1-2). Los dos corrieron hacia el sepulcro. El discípulo amado llegó primero, pero no entró en el sepulcro y Pedro entró primero y vio los lienzos y el sudario, pero no el cuerpo. El otro discípulo entró después «y vio y creyó» (Jn 20: 3-10). Magdalena se quedó afuera y se le aparecieron dos ángeles vestidos de blanco y le preguntaron: «Mujer, ¿Por qué lloras?», y ella contestó: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto», se volvió hacia atrás, y vio a Jesús resucitado, quien le preguntó a su vez por qué lloraba. Magdalena lo confundió con el encargado del huerto, y le preguntó dónde había puesto a Jesús y él le llamó «María», y ella lo reconoció, respondiendo: «¡Rabbuní!» que quiere decir Maestro. Jesús le pidió que no lo tocara, ya que aún no había subido al Padre, y pidió que avisara a sus hermanos. María fue a anunciar lo ocurrido a los discípulos (Jn 20: 11-18).

Ese mismo día, por la tarde, Jesús se apareció en el lugar en que los discípulos se encontraban ocultos por temor de los Judíos y les saludó diciendo «La paz con vosotros», les mostró la mano y el costado y soplando, les envió el Espíritu Santo. Uno de los discípulos, Tomás, no estaba con el resto cuando tuvo lugar la aparición, y no creyó que el aparecido fuera realmente Jesús (Jn 20: 19-25). Ocho días después, Jesús volvió a aparecerse a todos los discípulos, incluido Tomás y para vencer su incredulidad, Jesús le dijo que tocara su mano y su costado, así Tomás creyó en él (Jn 20: 26-29). Juan reafirma que los fieles deben creer no por haberlo visto sino por testimonio de lo escrito. Más adelante, Jesús volvió a aparecerse a siete de sus discípulos cuando estaban pescando junto al Mar de Tiberíades y no habían pescado nada; les pidió que volvieran a echar la red y la sacaron llena de peces. Lo reconocieron, y comieron con él panes y peces (Jn 21: 1-14). Tras esto, se relata una conversación entre Jesús y Pedro, en la que interviene también el «Discípulo amado»  y le dice que apaciente sus ovejas e incluso la clase de muerte con la que glorificara a Dios (Jn 21: 15-23).

En Hechos de los Apóstoles empieza diciendo que Pedro y Juan estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos (miembros de la clase alta de la sociedad Judía de esa época que rechazaban a los ángeles, el alma y  la resurrección), indignados porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos. Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues caía la tarde. Sin embargo, muchos de los que habían oído el discurso creyeron; y el número, contando sólo los hombres, llego a unos cinco mil. Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los jefes, los ancianos, los escribas, el sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y los otros miembros de la familia del Sumo Sacerdote. Hicieron que Pedro y Juan comparecieran ante ellos y comenzaron a interrogarlos: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho eso vosotros?», Pedro lleno del Espíritu Santo  les respondió diciendo: Jefes del pueblo y ancianos, puesto que con motivo de una obra buena realizada en un enfermo se nos interroga hoy por quien ha sido curado, sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros (Hechos 4:1-10). Pedro se dice que es el primer Papa  (Acrónimo del latín Petri Apóstoli Potestatem Accipiens: ‘El que sucede al Apóstol Pedro’. Se abrevia P. ó PP.) de la Iglesia Cristiana.

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE IV): ¿LA RESURRECCIÓN ES UN ACTO DE FÉ?.


Dos de los Evangelios (Marcos y Lucas) relatan a parte de su Resurrección de Jesús su Ascensión a los Cielos:

En el Evangelio de Marcos: Pasado el sábado, al alborear, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir embalsamarle. Y muy de madrugada el primer día de la semana, a la salida del sol, van  al sepulcro. Se decían unas a otra: «¿Quién nos retirara la piedra de la puerta del sepulcro?» (Mc 16: 1-3). Vieron que la piedra que cubría el sepulcro estaba removida. Dentro del sepulcro, descubrieron a un joven vestido con una túnica blanca, quien les anunció que Jesús había Resucitado, y les ordenó que dijesen a los discípulos y a Pedro que fuesen a Galilea para ver allí a Jesús. Se indica que María y sus compañeras no dijeron nada a nadie pues tenían miedo (Mc 16: 3-8).

A continuación, se dice que Jesús se apareció a María Magdalena (Sin mencionar a las otras mujeres solo resaltando que era la había sacado de ella 7 demonios), y esta le dio al resto de los seguidores de Jesús la buena noticia, pero no le fue creída (Mc 16: 9-11). Jesús volvió a aparecerse, esta vez a dos que iban de en camino a una aldea y cuando estos discípulos contaron lo ocurrido, tampoco se les creyó (Mc 16: 12-13). Finalmente, se apareció a los apóstoles, a los que reprendió por no haber creído en su Resurrección. Les encomendó predicar el Evangelio y les dijo los milagros que podían hacer en su nombre, luego Subió a los Cielos en donde está sentado a la derecha de Dios (Mc 16: 14-20).[]

El Evangelio de Lucas dice que algunas mujeres, María Magdalena, Juana y María la de Santiago, y otras cuyos nombres no se mencionan, acudieron al sepulcro para ungir a Jesús con perfumes. Encontraron removida la piedra del sepulcro, entraron en él y no encontraron el cuerpo (Lc 24: 1-3). Al contrario de los otros Evangelios, aquí se les aparecieron dos hombres con vestiduras resplandecientes, quienes les anunciaron la resurrección de Jesús pues les dijeron expresamente  «¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?» según lo predicado por Jesús (Lc 24: 4-8). Las mujeres anunciaron la resurrección a los apóstoles, pero estos no les creyeron (Lc 24:9-11), excepto Pedro y eso porque fue al sepulcro y comprobó que el cuerpo había desaparecido (Lc 24:12).

Ese mismo día, Jesús se apareció a dos discípulos que caminaban de Jerusalén a Emaús, los acompaño y mientras caminaban él les preguntaba haciéndose el incrédulo ante lo ocurrido y sólo después de la fracción del pan  le reconocieron (Lc 24: 13-35). Poco después se presentó ante los discípulos diciendo «La paz con vosotros» y creyeron que se trataba de un Espíritu, pero les demostró que era él en carne y huesos, y comió en su presencia (Lc 24: 36-43). Les explicó el sentido de su muerte y la Resurrección (Lc 24: 44-49), y, más tarde, los llevó cerca de Betania, donde Ascendió al Cielo (Lc 24: 50-53).

Hagamos un breve análisis hasta lo descrito en este momento, tomando en cuenta la gran la incredulidad de los Judíos a pesar de haber hecho Jesús toda clase de señales en presencia de ellos como se cuentan en los cuatro Evangelios 27 milagros distribuidos entre catorce curaciones de distintas enfermedades, cinco exorcismos, tres resurrecciones, dos prodigios de tipo natural y tres signos extraordinarios. Así se cumplió lo dicho por el Profeta Isaías: «Señor, ¿quién dio crédito a nuestro palabras? Y el brazo del Señor ¿a quién se le reveló?» (Isaías 53: 1, Cuarto Canto del Siervo). Por eso no podían creer, pues también había dicho Isaías: «¿Ha cegado sus ojos, ha endurecido su corazón, para que no vean con los ojos, ni comprendan con el corazón, ni se conviertan, ni yo los sane?» (Isaías 6: 9-10). Esto lo dijo Isaías porque Profetizó la Gloria de Jesús y habló de él. Sin embargo, muchos de ellos, incluso de entre los jefes, creyeron en él, pero no lo confesaban porque temían que los Fariseos los expulsaran de la Sinagoga. Preferían recibir honores de los hombres antes que de parte del propio Dios (Juan 12:37-43).

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE III): ¿LA RESURRECCIÓN ES UN ACTO DE FÉ?.


José de Arimatea a quien otras Tradiciones le atribuyen el traslado del Sudario, el Santo Grial (La leyenda dice que recogió la Sangre de Cristo del Santo Sepulcro) y otras reliquias desde la ciudad de Jerusalén a otros sitios en la cuenca del Mediterráneo. Era hermano menor de Joaquín, el Padre de la Virgen María, lo que lo convierte en Tío-Abuelo de Jesús, aunque no se tiene certeza de eso ni tampoco de que haya sido el tutor del Jesús después de la temprana muerte de San José, el esposo de María. Formaba parte del Sanedrín y era Decurión (Equivalía a cabo o jefe de diez soldados) del Imperio Romano. Tuvo el valor de pedir a Pilatos el cuerpo de Jesús para enterrarlo en una tumba nueva de su propiedad. José “Esperaba el Reino de Dios”, aunque por temor a los Judíos no se identificaba como discípulo de Jesús (Mateo 27:57-60; Marcos 15:43-46; Lucas 23:50-53; Juan 19:38).

Profecías en el Antiguo Testamento concernientes a Jesús.

Según los autores del Nuevo Testamento, la vida de Jesús supuso el cumplimiento de algunas Profecías formuladas en ciertos libros del Antiguo Testamento. Los Libros Bíblicos más citados en este sentido por los primeros Cristianos fueron Los Salmos, Isaías, Jeremías, Zacarías, Oseas y Miqueas. En estos textos se anuncia la venida de Jesús de Nazaret, que sería el Mesías que esperaba el pueblo de Israel. A menudo los redactores de los Evangelios, sobre todo el autor del Evangelio de Mateo, citan explícitamente estos textos para subrayar el cumplimiento de las Profecías en la Vida, Pasión y Muerte de Jesús.

Entre otras cosas, consideran que fueron Profetizadas las circunstancias y el lugar de Nacimiento de Jesús (Isaías 7: 14; Miqueas 5: 2), su relación con Galilea (Isaías 9: 1), []su condición Mesiánica (Isaías 9: 6-7, 11: 1-9; 15: 5), el papel de precursor de Juan el Bautista (Isaías 40: 3), la Entrada Triunfal (Zacarías 9:9) e incluso su Pasión y Muerte Sacrificial específicamente en el Cuarto Canto del Siervo en Isaías 52: 13-15, 53: 1-12. Isaías, es el primer libro de los Proféticos y allí aparece la Consolación de Israel (o Segundo Isaías), que presentan la figura de un Siervo de Yahvé, cuyo sacrificio se le atribuye un valor Redentor.

Los Judíos, que también consideran sagrados estos libros, no aceptan la creencia Cristiana de que estas Profecías se refieren a Jesús de Nazaret.

Resurrección y Ascensión.

De los cuatro Evangelios, los tres primeros se llaman Sinópticos pues según “Presentan entre si tales semejanzas que pueden ponerse en columnas paralelas y abarcarse con una sola mirada”, usted hasta aquí podrá reflexionar al respecto. Aun así, los cuatros Evangelios relatan que Jesús resucitó de entre los muertos al tercer día después de su muerte y se apareció a sus discípulos en varias ocasiones.[] En todos ellos, la primera en descubrir la Resurrección es María Magdalena:

Evangelio de Mateo: Pasado el sábado, al alborear, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto se produjo un terremoto, pues un ángel del señor bajo del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Su aspecto era como de relámpago y su vestido blanco como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos (Mt 28: 1-4). El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotros no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid ve el lugar donde estaba». Y les encomendó que dijeran a los discípulos que fueran a Galilea, donde podrían verle y ellas se fueron corriendo con miedo y gran gozo (Mt 28: 5-10). Entre tanto los guardias avisaron a los Príncipes de los Sacerdotes lo ocurrido y estos les sobornaron para que divulgaran la idea de que los discípulos habían robado su cuerpo mientras dormían (Mt 28: 11-15). Los apóstoles fueron a Galilea al monte indicado y Jesús les encargó predicar el Evangelio y bautizar en el nombre «Del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 16-20).

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE II): ¿TUVO REALMENTE UN JUICIO RELIGIOSO O POLÍTICO?.

Tras interrogar a Jesús nuevamente Pilatos no le halló culpabilidad alguna, y pidió a la muchedumbre que eligiera entre liberar a Jesús o a un conocido bandido y asesino llamado Barrabás. La multitud, persuadida por los Príncipes de los Sacerdotes, pidió que se liberase a Barrabás, y que Jesús fuese Crucificado. Pilatos se lavó simbólicamente las manos para expresar su inocencia de la muerte de Jesús. Aun en este tiempo se critica a la Iglesia por entrometerse en asuntos Políticos y Jesús fue  ejecutado por el delito de Sedición, el cual se le daba a quienes estaban en contra del Imperio Romano, pues el Sumo Sacerdote decía que él «Prohibía pagar tributo al César y decía que él era el Cristo Rey» aunque sí dijo según las escrituras: Lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios (Mateo 27: 1-2, 11-26; Marcos 15: 1-15; Lucas 23: 13-24).

Crucifixión y Muerte de Jesús.

Jesús fue Azotado, lo vistieron con un Manto Purpura, le pusieron en la cabeza una Corona de Espinas y Una Caña en su mano derecha. Los soldados Romanos se burlaban de él diciendo: «¡Salve, Rey de los Judíos!».[] Fue obligado a cargar la Cruz en la que iba a ser Crucificado hasta un lugar llamado Gólgota, que significa, en Arameo «Lugar del Cráneo» por su forma. Le ayudó a llevar la Cruz un hombre llamado Simón de Cirene (Mateo 27: 27-31; Marcos 15: 16-27; Lucas 23: 33-34; Juan 19: 17-22). Tras Crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestiduras como estaba escrito en el Salmo 22: 19. Le dieron de beber vino con hiel. En la Cruz, sobre su cabeza, pusieron un cartel en Arameo, Griego y Latín con el motivo de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los Judíos», que a menudo en pinturas se abrevia INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum, literalmente ‘Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos’). (Mateo 27: 32-44; Marcos 15: 28-32; Lucas 23: 35-43; Juan 19: 23-24). Fue crucificado entre dos ladrones según lo Profetizado en el Antiguo Testamento por Isaías 53:12. []

Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó: «Elí, Elí ¿Lemá Sabactani?», unos pensaba que llamaba a Elías pero según los Evangelios de Mateo y Marcos en Arameo significa: ‘Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?’.[] (Mateo 27: 45-55; Marcos 15: 33-39). Las palabras finales de Jesús difieren en los otros dos evangelios, y esto lo dijo [] Jesús en su esencia humana al no soportar, pues no había dicho nada según lo Profetizado por Isaías 53:7.
Hay diferencia entre los Evangelios en cuanto a qué discípulos de Jesús estuvieron presentes en su Crucifixión. En el Evangelio Mateo y Marcos (son varias de las mujeres seguidoras de Jesús) y el de Juan se menciona también a la Madre de Jesús y al «Discípulo a quien Amaba» (Según la Tradición Cristiana, se trataría del Apóstol San Juan, aunque en el texto del Evangelio no se menciona su nombre) (Mateo 27: 55-56; Marcos 15: 40-41; Lucas 23: 55; Juan 19: 25-26).

Sepultura y Custodia del cuerpo de Jesús.

Al estar seguros de la muerte de Jesús (La lanzada descrita en el Evangelio de Juan 19: 31-37), José de Arimatea cubrió el sepulcro con una gran piedra.[] Según el Evangelio de Mateo (no se menciona en los otros Evangelios), al día siguiente los «Príncipes de los Sacerdotes y los Fariseos» pidieron a Pilato que colocasen frente al sepulcro una guardia armada, para evitar que los seguidores de Jesús robasen su cuerpo y difundieran el rumor de que había resucitado y él accedió (Mateo 27: 57-66; Marcos 15: 42-47; Lucas 23: 50-56; Juan 19: 38-42).

Durante la Última Cena, Jesús anunció que uno de los 12 discípulos lo iba a traicionar (Judas). En una Profecía de Zacarías 11:12,13 dice: Yo les dije si os parece bien, dadme mi jornal; si no dejadlo. Ellos pasaron mi jornal: Treinta siclos de plata. Pero su muerte se debió más a la influencia de los Judíos, que eran además una Entidad Política que existió en la Región Oriental del Mediterráneo, al menos desde mil años a. C y hasta un siglo d. C que nunca aceptaron a Jesús como su Dios, aun siendo esta también una Religión Abrahámica.

JESUCRISTO UN HOMBRE SIN IGUAL (PARTE I): ¿TUVO REALMENTE UN JUICIO RELIGIOSO O POLÍTICO?.

El SANEDRÍN es un término Griego que data de la Época Helenística, concepto que se remonta al Antiguo Testamento. En la Torá, Dios ordena a Moisés: "Reúneme setenta ancianos de Israel, de los que te consta que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a la Tienda del Encuentro y que estén allí contigo" (Números 11:16). Ancianos en el sentido de ser unos representantes y líderes “oficiales” en la nación de Israel, pues también se dice que Moisés murió anciano. Es a partir de este punto, según lo sostiene la Tradición Rabínica Clásica, que el Sanedrín comenzó: Con los setenta ancianos, encabezados por Moisés, para un total de setenta y uno. A medida que los miembros del Sanedrín fallecían, o dejaban de ser aptos para el servicio, nuevos miembros eran sometidos a ordenación. Estas continuaron en forma ininterrumpida desde Moisés a Josué hijo de Nun (Dios mando a Moisés a "Poner las manos", figura que implica un acto de "ordenación", semijá, unción, nombramiento. Deuteronomio 34:9) y de este a algunos ancianos y Profetas (Como Esdras y Nehemías).

Con excepción de los sábados y los días sagrados, contrario a Jesús que hacia un milagro indiferentemente del día, el Sanedrín se reunía en este tiempo todos los días en su sala de reuniones. Las sesiones se extendían desde la hora del sacrificio matinal hasta la ofrenda de la tarde, así que solo se celebraban juicios durante el día. Además las sentencias de muerte no se dictaban el mismo día del juicio, sino el siguiente, y estos casos no se juzgaban en la víspera de un sábado ni de una fiesta. También se advertía seriamente a los testigos sobre la gravedad de derramar sangre inocente de acuerdo con las Leyes Judías. El Talmud dice que los juicios que implicaban la pena de muerte no se celebraban de forma apresurada, como a mi parecer sucedió con el de Jesús, esto debido a que los jueces hacían todo lo posible por salvar al acusado. El Sanedrín, si bien poseía una injerencia importante en algunas de las decisiones del Imperio Romano, no podían condenar a nadie a pena de muerte.

Nicodemo -“Un Gobernante de los Judíos”- visitó a Jesús al amparo de la noche y luego lo defendió ante los Fariseos (Tenían el control del Judaísmo Oficial y transformaron el Culto haciéndolo en Sinagogas) con este argumento: “Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace”. Además, tras su muerte donó “una mezcla de mirra y áloes” con el fin de preparar el cuerpo para su entierro (Juan 3:1, 2; 7:50-52; 19:39). Tras su detención, Jesús fue llevado al palacio del Sumo Sacerdote Caifás (según el Evangelio de Juan, fue llevado primero a casa de Anás, suegro de Caifás). Allí fue juzgado ante el Sanedrín y se presentaron falsos testigos, pero como sus testimonios no coincidían no fueron aceptados.

Finalmente, Caifás preguntó directamente a Jesús si era el Mesías, y Jesús dijo: «Tú lo has dicho», y él se rasgó las vestiduras ante lo que consideraba una Blasfemia. Luego los miembros del Sanedrín escarnecieron cruelmente a Jesús. Pedro, que había seguido a Jesús en secreto tras su detención, se encontraba oculto entre los sirvientes del Sumo Sacerdote. Reconocido como discípulo de Jesús por los sirvientes, le negó tres veces y al instante canto un gallo, como Jesús le había Profetizado a él en la Última Cena, y arranco a llorar amargamente (Mateo 26: 32-35, 57-75; Marcos 14: 53-72; Lucas 22: 54-62, 66-71; Juan 18:12-27).

Según el Evangelio de Lucas, Jesús se presentó también ante Herodes Antipas o El Tetrarca (Judea, 20 a. C. – Lyon, 39 d. C. De la jurisdicción de Galilea y Perea)  pues Poncio Pilato -Quinto prefecto de la Provincia Romana de Judea entre los años 26 y 36 d.C.- no le encontró culpa alguna y supo que Jesús era de Galilea. Allí sufre sus burlas al no darle un milagro y lo remite nuevamente a Pilatos (Lucas 23:2–12). Este encuentro no lo relata ninguno de los otros Evangelistas y además dice que Herodes y Pilatos eran enemigos antes del juicio de Jesús.

Publicado en el Yaracuy al Día el Sábado 7 de Abril de 2012. Página 6.