INSTITUTOS UNIVERSITARIOS

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Gracias a Dios Todopoderoso, a mi Madre Felipa García, a mi Familia y a estos Institutos por mi Formación Académica.

miércoles, 8 de octubre de 2014

VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE LAS BATALLAS.


Primeramente recordemos que la advocación es una fiesta o celebración religiosa de una figura, que en algunos casos ha asumido una organización (por ejemplo, parroquia u hospital) o que tiene un papel importante en una religión; en términos generales las advocaciones tienen como fin servir de identificador de un lugar, mensaje o característica específica a la hora de rezar o recordar alguien o algo sagrado.


Las advocaciones se asocian casi siempre con el cristianismo, y más específicamente con el catolicismo. La mayoría de estos patronazgos lo son de santos, pero las hay también de Jesús, del Espíritu Santo, de la Virgen María (las más numerosas) y otros misterios religiosos. Esta puede cambiar, ya que si, por ejemplo, una astilla de la Santa Cruz, fuera regalada o adquirida de otra forma, se modificaría la advocación hacia la reliquia principal.


Debemos mencionar a Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario que es una advocación mariana venerada por la Iglesia católica, que celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.


Destaquemos que  Santo Domingo de Guzmán afirmó que la Virgen María se le apareció en 1208 en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, que le enseñó a rezarlo y que le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.


En el siglo XV, la devoción al rosario había decaído. Alano de Rupe declaró que la Virgen se le apareció y le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario; le recordó además las promesas que siglos atrás había dado a Santo Domingo. En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadían Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad al de Nuestra Señora del Rosario. A causa de la victoria en la batalla de Temesvár en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen.



Como anécdotas, tanto la Virgen de Lourdes en su aparición de 1858 como la de Fátima en 1917 pidieron a sus videntes que rezasen el rosario. Gran parte de los papas del siglo XX fueron muy devotos de esta advocación, y Juan Pablo II manifestó en 1978 que el rosario era su oración preferida. Es patrona de las batallas, así como de multitud de ciudades y localidades repartidas por todo el mundo. El rosario (del latín rosarium «rosal») es un rezo tradicional católico que conmemora los veinte «misterios» de la vida de Jesucristo y de la Virgen María.

Lectura al Día




Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 08 de Octubre de 2014. Página 6. 

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