INSTITUTOS UNIVERSITARIOS

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Gracias a Dios Todopoderoso, a mi Madre Felipa García, a mi Familia y a estos Institutos por mi Formación Académica.

jueves, 21 de marzo de 2013

SI BENEDICTO XVI NO ERA JUAN PABLO II, ¿QUÉ SE DIRÁ DE FRANCISCO I?



No cabe duda de que quien mejor interpretaba la memoria de Juan Pablo II es Benedicto XVI, como ya hizo en la memorable homilía del funeral, cuando aún era el decano del colegio cardenalicio. En los actos celebrados en Roma con motivo del aniversario, Benedicto XVI dijo que Juan Pablo II continúa suscitando, especialmente en los jóvenes, "el entusiasmo del bien" y la valentía de seguir a Jesucristo y sus enseñanzas. Karol Wojtyla mostró al mundo, con sus palabras y gestos, que el encuentro con Cristo no roba nada, sino que –al contrario– "hace que la vida sea apasionante".





El Papa Benedicto XVI resumió la vida y el testimonio de Juan Pablo II con dos palabras: "fidelidad" a Dios y "entrega" sin reservas a su misión. Dos rasgos que se hicieron aún más convincentes en los últimos meses de su vida, cuando encarnó lo que había escrito veinte años antes en la carta apostólica "Salvifici doloris": "El sufrimiento está presente en el mundo para producir amor, para hacer nacer obras de amor hacia el prójimo, para transformar toda la civilización humana en la civilización del amor'".





BENEDICTO XVI, CONTINUIDAD EN EL FONDO PERO DIVERSIDAD EN LA FORMA.



Refiriéndose a la forma, no a la sustancia: “Juan Pablo II tenía un enorme talento de comunicador, Benedicto XVI es más un pensador, pero las cosas que dicen son las mismas".



Giovanni Reale. Filósofo



Si a Juan Pablo II se corre el riesgo de reducirlo a "Papa mediático", de Benedicto XVI se suele decir que el Papado "le ha cambiado". Era tal el peso del estereotipo periodístico construido en torno al cardenal Ratzinger que cuando se ha visto que –como Papa– no ha actuado tal como cabía esperar según ese cliché  (estereotipo), la conclusión no ha sido admitir el error de valoración inicial, sino afirmar que quien ha cambiado es Ratzinger. En este sentido tenemos que cada personalidad es diferente, así Benedicto XVI no fue como Juan Pablo II, aparte de ser el primero  alemán (militar nazi por obligación del régimen de Hitler) y el segundo civil polaco (ayudo a judíos), cuando fueron ocupados durante la II Guerra Mundial.





EL ESTILO PROPIO DE BENEDICTO XVI.


Esta cualidad de Juan Pablo II ha sido en ocasiones extrapolada, de modo que a veces se acaba reduciendo su figura a la de "Papa mediático", como si durante su pontificado se hubiera limitado a "aparecer". Este es uno de los puntos que más se subrayan para marcar las diferencias con Benedicto XVI. Algunos diarios confrontaron el primer año de ambos pontificados y de ahí resultaba evidente el perfil más contenido del Papa actual en cuanto al número de discursos, viajes, apariciones públicas, audiencias, visitas, etc.


A pesar que durante el papado de Juan Pablo II, Joseph Aloisius Ratzinger llegó a desempeñar con rigor el cargo de prefecto de la Congregación para la de la Doctrina de la Fe, es decir, era el encargado del adoctrinamiento a la religión católica, no era igual a este Papa, así esperemos a ver que nos deparara Francisco I quien opinó cuando era el primado de la Iglesia católica argentina que: "Los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades", siendo un fuerte crítico del gobierno argentino según su condición humana.


Publicado en el Yaracuy al Día el Jueves 21 de Marzo de 2013. Página 6.


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