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Se cumplen ocho décadas del inicio de la peor conflagración bélica que la humanidad haya conocido: La II Guerra Mundial, cuyo saldo final fueron 60 millones de muertos, un continente devastado y dividido, otros dos severamente afectados, dos bombas atómicas y el mayor genocidio de todos los tiempos.
Destaquemos que muchas fueron las causas que llevaron al estallido del conflicto. Sin embargo, el detonante inmediato fue un burdo montaje que nadie creyó, pero que sirvió de excusa perfecta al régimen nazi para iniciar la invasión de Polonia y llevar al mundo a un infierno. Esto se conoce como “falsa bandera” y son aquellas maniobras diseñadas por gobiernos u organizaciones con el fin de que parezcan hechas por sus enemigos.
Ha habido numerosas operaciones así a lo largo de la historia, pero ninguna tuvo consecuencias tan fatales como la que desencadenó la guerra más mortífera de la historia en 1939.
Ha habido numerosas operaciones así a lo largo de la historia, pero ninguna tuvo consecuencias tan fatales como la que desencadenó la guerra más mortífera de la historia en 1939.
Recordemos que, tras el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918, las potencias vencedoras impusieron durísimas condiciones a la derrotada Alemania. Le hicieron pagar costosas reparaciones y la despojaron de parte de su territorio.
La región de Prusia fue dividida para crear un corredor con el fin de que la recién conformada república polaca tuviera un acceso al mar Báltico. En tal sentido, la ciudad alemana de Danzig (actual Gdansk), ubicada en dicha zona, obtuvo el estatus de “ciudad libre”, con Polonia como encargada de su seguridad y relaciones exteriores.
Por tanto, las medidas impuestas tras la I Guerra Mundial, supusieron una enorme humillación para Alemania, y Hitler supo capitalizar ese descontento desde su ascenso al gobierno en 1933.
Historia Universal al Día
La región de Prusia fue dividida para crear un corredor con el fin de que la recién conformada república polaca tuviera un acceso al mar Báltico. En tal sentido, la ciudad alemana de Danzig (actual Gdansk), ubicada en dicha zona, obtuvo el estatus de “ciudad libre”, con Polonia como encargada de su seguridad y relaciones exteriores.
Por tanto, las medidas impuestas tras la I Guerra Mundial, supusieron una enorme humillación para Alemania, y Hitler supo capitalizar ese descontento desde su ascenso al gobierno en 1933.
Historia Universal al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 04 de Septiembre de 2019. Página 2.
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