Pero ¿por qué los trabajadores no apoyaban a ese gobierno, supuestamente obrero? Porque Allende los había demolido a punta de dinero inorgánico e inflación y surgió una casta de explotadores (Coleros) que era toda una “industria”.
Además, el economista Paul Rosenstein expreso: “Allende no murió por socialista, sino por incompetente. Realizó una sustancial distribución del ingreso que incrementó en forma sustancial la demanda, pero no hizo nada para aumentar la producción y satisfacer dicha demanda. En lugar de ello emitió dinero. Un colapso así era inevitable”.
Ahora bien, destaquemos que Pinochet pasó a liderar las acciones golpistas pese a que "no jugó ningún rol en la gestación del golpe y sólo se subió a él 48 horas antes", según afirma a la AFP la periodista Mónica González, autora del libro "La Conjura".
Aunque, años más tarde, Pinochet le asegura a una de sus biógrafas, la periodista María Eugenia Oyarzún, que el golpe lo preparaba en secreto desde un año antes: "No cabía el error (...) teníamos que librar a la patria del caos de Allende y del cáncer marxista". Y pese a lo mucho que se habló de un "milagro económico" en la era Pinochet que vino a reemplazar la inestabilidad social y económica del anterior gobierno del derrocado, varios académicos y observadores insisten en que Chile ha crecido mucho más en la era democrática, sin embargo, aprendió a la fuerza a no caer más en las falsas ilusiones de los gobiernos populistas.
Ese 11 de septiembre se suicidio Allende con un fusil que le había regalado su camarada Fidel Castro, explotándose la bóveda craneana, y Pinochet demostró la crueldad que sería el sello de su dictadura, que cobró más de 3.200 víctimas, muchas de ellas aplicándole leyes como la de Ucrania que prohíbe los partidos políticos comunista a raíz del genocidio perpetrado en este país por la extinta Unión Soviética del régimen de Joseph Stalin.
Opinión al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 13 de Septiembre de 2019. Página 2.
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