El 31 de agosto de 1939, al atardecer, Naujocks y otros seis miembros de las SS se dirigieron a la estación de radio de Gleiwitz, región de Silesia, entonces parte de Alemania y cercana a la frontera con Polonia.
Los agentes iban maquillados y vestidos con uniformes del ejército polaco. Al llegar a las ocho de la noche al edificio de la emisora, flanqueado por dos enormes torres de madera, se transmitía la edición vespertina de radio Breslau. Ingresaron en el lugar y sometieron sin mayor problema a los tres operarios y al guardia de turno, y uno de los conspiradores, Karl Hornack, conectó un micrófono y empezó a emitir un mensaje en polaco: “¡Atención! Esto es Gliwice. La emisora está en manos polacas” y siguió proclamando consignas patrióticas y llamados a luchar contra la Alemania nazi.
A pesar de que solo pudieron emitirse las primeras nueve palabras, pues por problemas técnicos la transmisión se cortó a los pocos segundos, la tarea estaba hecha y Alemania ya tenía su excusa bélica.
Para darle mayor realismo a la situación, los agentes de las SS fingieron un combate con gritos y disparos y sembraron una “escena del crimen” con los cadáveres de prisioneros traídos del campo de concentración de Dachau y vestidos con trajes militares polacos.
También llevaron a Franz Honiok, un agricultor alemán de ascendencia polaca que había participado en protestas en Silesia a favor de Polonia y al que la policía secreta había detenido el día anterior, quien estaba sedado y no sabía lo que pasaba. Le pegaron un tiro y lo dejaron en la sala de transmisión con los demás cuerpos. A él se le considera la primera víctima de la II Guerra Mundial.
La toma de la estación de Gleiwitz había durado en total 15 minutos. Horas más tarde, a las 4:45 de la madrugada del 1 de septiembre, empezó la “Operación Caso Blanco”: 50 divisiones del ejército alemán invadieron Polonia desde tres puntos.
En la mañana Hitler le declaró la guerra a Polonia y dos días después Francia e Inglaterra le declararon la guerra a Alemania. El horror había estallado. El incidente de Gleiwitz no se conoció hasta seis años después, durante los Juicios de Nuremberg, en los que se juzgó y condenó a los criminales de guerra nazis.
Gleiwitz, el lugar de los hechos, se denomina actualmente Gliwice y es parte de Polonia. Todavía sobrevive una de sus torres de transmisión, cuyos 111 metros la convierten en la estructura de madera más alta del mundo y alberga un museo dedicado al incidente que lo hizo famoso.
Historia Universal al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 06 de Septiembre de 2019. Página 2.
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