La ceremonia del Día del Deporte nació el 6 de enero de 1945, hace 70 años, en la iglesia de la parroquia La Pastora de Caracas, donde para la fecha el párroco Francisco Castillo Toro convocó a los deportistas a un funeral en memoria de los jugadores de béisbol: Salvador Argüelles y José Pérez Colmenares (uno de los “Héroes del 41″), conocido como “El Terrible” y quién conformaba el equipo venezolano que ese año buscaría el título en el campeonato mundial de béisbol, que se efectuaría en el estadio de San Agustín en Caracas, según recoge un trabajo investigativo del Diario El Tiempo.
Sin embargo, para muchos cronistas, los
orígenes del Deporte se remontan justamente a la segunda mitad del siglo XVI,
cuando comienza el proceso de introducción del ganado en el país y en este
momento nace el coleo (llamado el deporte nacional), el cual forma parte de la
categoría de "deporte ecuestre", pues consiste en vencer a un toro,
tumbándolo, por la cola, desde la monta de un caballo y surgió de las reconocidas
"faenas" llaneras - agropecuarias.
La convocatoria del párroco Castillo
Toro, posteriormente, se hizo costumbre y los atletas comenzaron a acudir
masivamente al templo, hasta que se consolidó el 6 de enero, `precisamente el
"Día de los Reyes Magos", como el homenaje eclesiástico al deporte.
Por decisión del directorio del entonces IND se descentralizó el acto litúrgico
para que se realice cada año en todo el país.
LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Nacido Jesús en Belén de Judea, en
tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en
Jerusalén, diciendo: « ¿Dónde está el Rey
de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos
venido a adorarle». Al oírlo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda
Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, les
preguntaba donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de
Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de
Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti
saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel» Mt 2,1-6.
En la biblia se narra este
acontecimiento como la “Adoración de los Magos”, ya que hasta el mismo Herodes
mencionó la supuesta adoración que quería hacer al Rey de los judíos: Entonces
Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la
aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad
cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir
también yo a adorarle» Mt 2,7-8.
Aunque también, este acontecimiento narrado
en la biblia es denominado una Epifanía (Etimológicamente proviene
del griego: επιφάνεια, que significa: “manifestación”), ya que
se da a conocer a Cristo como Rey, Dios y Hombre frente a los Magos: “Ellos, después de oír al rey, se pusieron en
camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de
ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al
ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al
Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres
y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no
volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino” Mt 2,9-12.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 06 de Enero de 2016. Página 6.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 06 de Enero de 2016. Página 6.
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