«Venezolanos: Durante
el año que ahora finaliza fueron ejecutadas o construidas obras por un total de
2.205 millones de bolívares, que incluye lo previsto en los planes
extraordinarios, los especiales y los ordinarios. Esta cantidad excede en 500
millones de bolívares, el valor de las obras correspondientes al año pasado y
por lo tanto, supera el índice máximo obtenido en dicho año, en cuanto a
aplicación de ingresos ordinarios del Estado a obras tangibles, por lo cual
hemos subido más todavía, los porcentajes que sobre el particular nos colocan
en primer término en el mundo». Memoria
y cuenta del presidente Pérez Jiménez (20/12/1957).
El discurso
completo de Marcos Pérez Jiménez muestra que este período estuvo caracterizado por
una ambiciosa política en infraestructura, que se ejecutó a la perfección por
la forma autoritaria de gobierno y la revaluación constante de la moneda, que aumentó
su valor sobre el dólar. Además, hubo un marcado progreso económico y social
por el aumento de la producción petrolera,
lo cual atrajo inmigrantes pese a la dictadura.
Sin embargo, a
pesar que este gobierno era verdaderamente progresista y mostró resultados sin
improvisar en función de sus intereses políticos partidistas, en el pueblo se
despertó el deseo de ensayar en la democracia, que es una forma de organización
del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por
el pueblo mediante diversos mecanismos de participación directa o
indirecta que confieren legitimidad a sus representantes, por lo cual se
debe tomar en cuenta la voz del pueblo que 40 años después fortaleció su
participación a través del artículo 5 de
la constitución y que creo no necesita tanta interpretación: «La soberanía reside intransferiblemente en
el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta
Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los
órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la
soberanía popular y a ella están sometidos».
CAUSAS DE LA CAÍDA
Entre las causas
señalemos fundamentalmente dos aspectos: En primer lugar, la crisis militar originada
a partir de los sucesos del 1 de enero de 1958 que trastoco el poder absoluto
que tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas y en segundo
lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la
descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre
de 1957 que originó dos cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de
enero de 1958, además de la salida hacia el exterior de sus personeros vetados
por las Fuerzas Armadas: Laureano Vallenilla Lanz (Ministro de Interior) y
Pedro Estrada (Jefe de la policía política del régimen o la Seguridad Nacional).
En tal sentido, hace 58 años un
movimiento cívico-militar se lanzó a las calles saqueando las casas de los
adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional; linchando varios
funcionarios; destruyendo la sede y equipos del periódico oficialista El Heraldo
y derrocando al gobierno de Pérez Jiménez, quien se marcha a República
Dominicana a bordo del avión presidencial "La Vaca Sagrada" y lo protege el dictador Leónidas
Trujillo. Y surge la pregunta: ¿Cómo estaríamos si hubiese gobernado su segundo
mandato?, pues Pérez Jiménez dijo: ¿Quien perdió Venezuela o yo?.
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