“Fascista”, es una palabra utilizada hoy
en día en varias parte del mundo y en Venezuela hasta el cansancio, y la
mayoría de las persona no tienen la más mínima idea de lo que significa, y lo usan
sólo como un simple “insulto”.
Debemos destacar que Oscar Marcano
recuerda que en el año de 1919 un ex-dirigente socialista muy truculento y
patético de nombre Benito Mussolini que había llegado a lo más alto de la
estructura del partido y editado el diario Avanti, su órgano oficial,
quiso capitalizar la desazón y el descontento originados por la pobreza que
asolaba la Italia de la primera posguerra mundial, y fundó un partido en Milán:
el Fasci Italiani di Combattimento.
Benito Mussolini en 1921 lo transforma
en el Partido Nacional Fascista y se hace llamar Il Duce (el
guía, el líder). Este tenía la potestad de nombrar al Secretario General y a
todos los cargos inferiores. Cuando alcanza el poder, tras la marcha hasta Roma
al frente de sus 40.000 camisas negras, su partido se conforma como un estado
dentro del estado: Organiza su propia milicia, instituyendo sus grupos de
choque (Principi), controla los medios y los convierte en propagandistas de un
solo discurso, el suyo; dirige la policía política (OVRA, Organización de
vigilancia y represión del antifascismo) y llena las cárceles de prisioneros
políticos. Debemos destacar que su dinámica se centra en no pretender convencer
al contrario, sino solamente en eliminarlo.
Benito Amilcare Andrea Mussolini, nació
en Dovia di Predappio, Forlí el 29 de julio de 1883 y
murió en Giulino di Mezzegra el 28 de abril de 1945. Fue
un militar, político y dictador italiano. Primer
ministro del Reino de Italia con
poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943. Recibió
el cargo de presidente de la República Social
Italiana desde septiembre de 1943 hasta su
derrocamiento en 1945, cuando posteriormente recibió la muerte por una ejecución.
Mussolini no apela a la razón para
lanzar sus consignas, sino a la emoción. En utilizar la “mística”, la fe
irracional, la propaganda y la demagogia más ramplona, para manipular a la
masa. A través de sus grupos armados, arrebata la vida a millares de opositores
sin que la policía intervenga ni los órganos de la justicia investiguen. La
persecución contra la prensa independiente es implacable, encarcelando a los periodistas
disidentes. La política económica se hace cada vez más intervencionista, y la
corrupción se vuelve exponencial.
Los fracasos militares del Duce en
Yugoslavia, Grecia y norte de África durante la II Guerra Mundial anuncian su
fin. Mussolini trata de huir, pero es capturado, juzgado y ejecutado en abril
de 1945. Su desaparición no acaba con el fascismo; la implementación de
sus métodos persiste en muchos regímenes dictatoriales o autoritarios de
derecha e izquierda en Latinoamérica. Lenin expreso a una delegación de
socialistas italianos en Moscú en 1922:
“Qué
desperdicio que hayamos perdido a Mussolini. Él es un hombre de primera clase
que hubiera llevado a nuestro partido al poder en Italia”.
Vladímir Ilich Lenin (Simbirsk, Rusia, 22 de
abril de 1870 - Gorki,
21 de enero de 1924) fue un político, revolucionario, teórico político y
comunista ruso. Dirigió a una delegación de socialistas italianos en Moscú
después de la marcha de Mussolini sobre Roma en 1922, cuando aún este era
socialista.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Sábado 14 de Marzo de 2014. Página 6.
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