Un golpe de Estado es la “actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes”, según el Diccionario de la Real Academia Española (DREA).
Destaquemos que aquella definición se contrasta con la de una simple rebelión militar, que no supone la toma del poder político del Estado o gobierno, con la conspiración previa ni el uso de las armas.
En tal sentido, el martes 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó fue un intento de golpe de Estado en contra del entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez (CAP), cuya legalidad la obtuvo en 1988, tras haber sido elegido con 3.879.024 de los votos (52, 91 % de los sufragantes), hasta esa fecha, era el mayor número de votos en términos absolutos y aun después de demostrar, como otras veces, que no era colombiano, si no venezolano por nacimiento, y en ese entonces no se requería saber si tenía otra nacionalidad, como se debe hacer actualmente.
Destaquemos que CAP, desarrollo este gobierno con políticas diametralmente opuestas a las de su primer gobierno conocido como la etapa de la «Venezuela Saudita», debido al flujo de petrodólares que ingresaron por la exportación del petróleo (que nacionalizo) como consecuencia del embargo árabe de crudo, en la mayor bonanza petrolera, como la de Hugo Chávez, que se ha registrado en nuestra historia.
En este segundo mandato, CAP aplica un programa neoliberal (el llamado Gran Viraje), directamente influenciado por las teorías económicas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y de los principales grupos económicos de los Estados Unidos, los cuales incluía la liberación de precios controlados por la anterior administración, como la gasolina, lo que profundizo aún más los problemas de la mayoría de la población.
Historia al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Lunes 04 de Febrero de 2019. Página 2.
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