Nacido
Jesús en Belén de Judá, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían de
Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: « ¿Dónde está el rey de los
judíos que ha nacido? pues vimos su estrella y hemos venido a adorarle». Mt (2, 1-2). Adoración de los
Reyes Magos.
Como notamos, la primera referencia de
los Reyes Magos se la debemos a la Biblia, según la cual ellos llegaron al
establo guiados por una estrella que algunos la relacionan con el Cometa Halley
en una de sus tantas pasadas sobre nuestro planeta o un meteorito. Y la
procedencia de ellos no está del todo
claro, ya que la Biblia no específica el origen de donde provinieron para
encontrarse con el niño salvador, el verdadero hijo de Dios. Unos suponen que
de Persia o Babilonia, ya que en esos lugares aquellos eran conocidos como
magos, y tenían un gran poder e influencia en la sociedad. Además la palabra
“mago” se utilizaba comúnmente en esa época para designar a los astrónomos.
Tampoco se extrae de la Biblia sus
nombres (Melchor, Gaspar y Baltazar) ni sus apariencias físicas, las
cuales fueron incorporadas algunos siglos después gracias a las escrituras
de un monje benedictino Beda en el siglo XIV. En ellos, se estableció que
Melchor era un anciano de cabellos y barba blancos; que Gaspar era más joven
pero igualmente barbudo y rubio; y que Baltazar, era joven y negro. Según los
expertos, estas descripciones hacen una clara referencia en establecer a los
Reyes Magos como representantes de Europa, Asia y África, respectivamente.
Destaquemos que en distintos lugares se supone que fueron dos, cuatro, y hasta
doce reyes, como en Armenia.
Pero no todo es incierto, ya que un dato
de los Reyes Magos que sí nos ha dejado la Biblia, es el correspondiente a los
regalos, un aspecto bastante importante, considerando que en varios países los
regalos en esta fecha tienen una gran importancia. Según las escrituras: Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre
y, postrándose, le adoraron; abriendo luego
sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Mt (2, 11).
Estos elementos, son más simbólicos de
lo que parece a simple vista para la tradición católica. En primer lugar, el
oro es un regalo a Jesús entendido como Rey, ya que el oro era el regalo
habitual que se destinaba a los reyes de la época. El incienso era un regalo
para Jesús entendido como Dios, debido a que se quemaba en los templos en honor
a los dioses. Finalmente la mirra, es entendido como un regalo para el
Jesús hombre, ya que era la sustancia con la que se embalsamaba a los muertos
en la época. De esta forma, los tres regalos estarían constituyendo los
tres perfiles de Jesús, como Rey (de los judíos como se autoproclamó
varias veces), como Dios y finalmente como hombre.
Al margen, les deseo a toda la
población que a partir del año 2015, que igual que los reyes vivamos la
Epifanía de Jesús a través de sus dones de Paz, Salud y Unión más allá de las
diversidades de religiones, razas y partidos políticos, ya que Venezuela es una
sola y nos necesita a todos, y para mesías esta Jesús. Felicidades a toda mi
familia, a la familia Acosta, mis lectores Juan Duran, Luz América Castaño,
Prof. Cecilia Ojeda y a todo el personal del diario Yaracuy al Día. Felicitaciones
a la
Agrupación Expresión Popular por 26 años de tradición.
Lectura al Día
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Martes 06 de Enero de 2015. Página 6.
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