«Todo niño tiene derecho a ser educado
por maestros capacitados, de sólida preparación general y profesional, de
espíritu recto y bondadoso, que tomen el ejercicio de su profesión como la más
alta de las funciones sociales, y no como un simple medio para ganarse la vida»
Acápite V de la Tabla de los Derechos
del Niño.
Recordemos que desde Pativilca, el 19 de
enero de 1824, Bolívar escribe a su antiguo maestro Don Simón Rodríguez una de
las cartas más hermosas, no sólo por los sentimientos que se removieron en su
conciencia al saber que su antiguo maestro estaba en Colombia, sino por los
conceptos que le merecieron a Simón Bolívar la profesión de maestro, al cual en
definitiva le debemos tanto, pues sin ellos muchos no llegaran a ser
profesionales ni mucho menos a cargos de administración pública o privada. En
tal sentido no debemos nunca olvidarnos de ellos y de sus condiciones de vida. Un
fragmento de la carta:
«¡Oh,
mi maestro! ¡Oh, mi amigo! ¡Oh, mi Robinson, Ud. en Colombia! ¡Usted en Bogotá
y nada me ha dicho, nada me ha escrito, sin duda Ud. es el hombre más
extraordinario del mundo...Ud. formó mi corazón para la libertad, para la
justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. me
señaló…No puede usted figurarse cuán hondamente
se han grabado en mi corazón las lecciones que usted me ha dado; no he podido
jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que usted me ha
regalado...».
Debemos destacar que la fecha de celebración del día
del maestro tiene su origen el 15 de enero de 1932, cuando se
fundó en Caracas la Sociedad de Maestros de Instrucción
Primaria, cuya finalidad era la de luchar por la dignificación y los
derechos de los educadores. En 1936 el organismo convocó la Primera Convención
Nacional del Magisterio y de esta Asamblea surgió la Federación Venezolana
de Maestros, que acordaron celebrarlo ese día.
El Presidente Medina Angarita decretó el 13
de enero de 1945 la celebración del Día del Maestro y luego se trasladó
en 1952 al 29 de noviembre, natalicio de Andrés Bello,
maestro del Libertador, volviendo a la fecha en 1959.
Felicidades a todos esos maestros que
han formado el futuro de nuestro país, forjando en cada uno de los ciudadanos
la semilla del conocimiento de la vida. Especialmente a mis maestros (Yaneira
Tovar, Moisés Aponte, Magdoni y las inolvidables Zaida, Aida Cariño, Lisbania
Angostini), del Maya (Guido Pereira, Mario y Juan Tovar, Cecilia Ojeda, Juan
Rojas, Guillermo Alfonzo, Pedro Goyo, Ruth de Falcón, Hilaria Parada, Héctor
Acosta, Roseliano Rivero, Lisbella Páez, José Barrera y Esperanza de Barrera, Honésimo
Cedeño, Luisa Peña de Castillo, Auristela Chirinos, Dilcia de Medina, Pedro
Coronado entre otros), de la Sosa Guillen (Yrma, Darlimar, Ani, Ana, Ada,
Fanni, Edwis, William, Yosmar, Jorge, Lucio, Víctor, Marisol, Héctor, Marlon,
Carlos, Edgar, Montilla, Galeno, Juan, Nurys Gamardo y José Páez, Jesús
Aguilar, Nalvia), del Páez (Leslie, Ixza, Rubia, Hernán, Carlos, Reina,
Alejandra, Norelis), Eva, Dilcia Melean, Nelson Gil, José Yovera, Maryeli Gómez
y María C. Coa, y mis madrinas Suleima
Acosta y Nancy de Aguilar.
“Hay todavía
quienes quieren un magisterio sumiso, tranquilo e incapaz de levantar la voz,
pero un pueblo que tenga maestros de esa categoría, inexorablemente será un
pueblo de esclavos” Luis Bertrán Prieto
Figueroa.
Lectura al Día
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 17 de Enero de 2014. Página 6.
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