“Es
verdad que hay gobiernos constitucionales corrompidos también; pero al paso que
los gobiernos constitucionales tienen que cuidarse porque deben asistir a unas
elecciones y pueden perderlas si hay democracia verdadera y votan las personas,
entonces se abstienen, hay un freno en la denuncia pública, hay un freno en la
libertad de expresión, hay un freno en las elecciones que se suceden cada dos
años; pero cuando se trata de una dictadura, roban no millones, roban 10 años,
15 años, 20 años y hasta más años, nadie los acusa, nadie los denuncia, porque
no puede, nadie los refrena y nadie los sustituye”.
Fidel Castro. Discurso en
el Palacio del Ministerio
de Industria y Comercio de Buenos Aires, el 2 de mayo de 1959.
De acuerdo al Diccionario de la lengua
española (DRAE) una dictadura
es “El régimen
político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona
o a veces en un grupo u organización que reprime los derechos humanos y las
libertades individuales”.
Con relación al tiempo de duración, afirma, que
es el gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte,
mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país,
impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente. Además,
define al Dictador como la “persona que abusa de su autoridad o trata con
dureza a los demás”, sobre todo a sus adversarios políticos.
El
Gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez fue corto, comparado con
el Conservadurismo Paecista que duró 18 años (1830-1848); el Liberalismo
Guzmancista el mismo tiempo (1870-1888); y el Gomecismo, 27 años
(1908-1935); durante el mismo se implementaron importantes medidas orientadas a
transformar el medio físico venezolano.
Este
gobernante cambió el nombre del país, que desde 1864 se nombraba como “Estados Unidos de Venezuela“, por el de “República de Venezuela”. Además, destacamos que Venezuela pertenecía
en ese entonces al grupo de países Latinoamericanos denominado “Internacional de las Espadas” apoyada por el gobierno
de Estados Unidos, que veían en el mandatario no solo una pieza fundamental
dentro del entramado mundial de la distribución petrolera, sino que también en
la lucha contra la expansión del Comunismo en Latinoamérica.
Cabe destacar que Venezuela, durante
este período de mandato, quedó signada por la euforia de construcciones civiles
y la devoción por el hormigón armado, las superautopistas y los atrevimientos
técnicos de la arquitectura local y la ingeniería constructiva norteamericana
que se hacían en la brevedad posible.
GÉNESIS DEL DERROCAMIENTO.
A partir de los sucesos del 1 de
enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen Perezjimenista,
comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno
tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes
campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como
pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de
Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras
y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente
su repudio a la dictadura.
“La tiranía totalitaria no se edifica
sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas”.
Albert Camus. Escritor francés.
Historia al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Domingo 26 de Enero de 2014. Página 6.
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