Bárbara de Nicomedia, más
conocida como Santa
Bárbara, fue una virgen y mártir cristiana del siglo III, la cual forma
parte de la lista oficial del martirologio de la Iglesia Católica. Nació
en el año 273 d. C (principios del siglo III) y murió martirizada en año 306 d. C (a la edad de 33 años). Según
el calendario o santoral católico, su fiesta se celebra el 4 de diciembre
y su culto fue confirmado por san Pío V
en 1568, y se convirtió en uno de los catorce santos auxiliadores del Santoral.
Debemos tener en cuenta
que, según la tradición cristiana, habría nacido en Nicomedia (Imperio
Romano), cerca del mar de Mármara, y fue hija de un
rey sátrapa Dióscoro, quien la encerró en una torre, y algunos dicen
que el motivo pudo haber sido para evitar que los hombres admiraran su belleza
y la sedujeran, o para evitar el proselitismo cristiano. Sin embargo,
durante una ausencia de su padre, Bárbara se convirtió al cristianismo y mandó
construir tres ventanas en su torre, simbolizando la Santísima Trinidad.
En tal sentido, su padre
se enteró del significado del simbolismo de estas ventanas y se enfadó,
queriendo matarla. Huyó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para
ella. Atrapada pese al milagro, se enfrenta a su destino y su martirio fue como
el de San Vicente Mártir: Habría sido atada a un potro, flagelada,
desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica
cortantes y quemada con hierros al fuego.
Finalmente, el mismo rey
Dióscoro la envió al juez, quien dictó la pena capital por decapitación. Su
mismo padre fue quien la decapitó en la cima de una montaña, tras lo cual un
rayo lo alcanzó, dándole muerte también.
Santa Bárbara, danos la
fortaleza ante tantas adversidades y tormentas, y muchas felicitaciones a todas
las Bárbaras, en especial a Bárbara Aparicio.
Religión al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Martes 04 de Diciembre de 2018. Página 2.
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