Sin embargo, muchos critican lo de la fecha del nacimiento, resuelta por los primeros papas –Julio I en 350 y Liberio en 354– de forma que se hiciera más visible la cristianización de la sociedad romana. Teniendo en cuenta que, en Europa, los pueblos precristianos acostumbraban a celebrar en torno a esos días el solsticio de invierno, habitualmente vinculado a cultos de regeneración: tras la noche más larga del año, sale el sol como promesa de vida y en Roma, la fiesta había terminado degenerando en una especie de larguísima bacanal, las saturnales, donde todo exceso tenía su asiento.
En fin, es importante subrayar que Jesús de Nazaret existió históricamente, contra lo que en el siglo XIX empezó a sostener cierta escuela crítica y otros ateos seudos revolucionarios, que solo se acuerdan de Dios y su iglesia cuando están en dificultades, pues ni todo el dinero, poder u oro les devuelve la vida ni la salud.
Hoy, con datos en la mano, es imposible negar que Jesús existió de verdad, es prácticamente seguro que nació en Belén, y que históricamente es eterno, teniendo presente sus enseñanzas, obras y prodigios aún palpables. Incluso muchos niegan su divinidad (Jn 1: 3, Mc 14: 61-62, Flp 2: 5-8, Hb 1: 8, Col 1: 16-17, 1 Co 10: 4, 1 Pe 5:4, Ap 1:7), pero si creen en populistas eternos y sus legados de hambre y miseria.
SOLSTICIOS O EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD
El solsticio es el momento preciso en el año cuando el sol alcanza su mayor altura en una región al mismo tiempo que la duración del día es la mayor del año. También sucede en el caso contrario, cuando el sol alcanza su menor altura aparente en una región y la duración de la noche es la mayor del año. Desde tiempos inmemoriales existen costumbres y rituales que coinciden con el solsticio, incluso antes del imperio Romano.
Cada 21 de diciembre (o el 22 de diciembre como en 2015) se llevan acabo los denominados «solsticio de invierno» en el hemisferio norte y «solsticio de verano» en el hemisferio sur. En esta fecha los creyentes se reúnen para bendecir al planeta y a las personas de buena voluntad. También se suelen realizar rituales en casa, en familia, con amigos o simplemente a solas.
En tal sentido, el espíritu de la Navidad, es una tradición netamente esotérica, que tradicionalmente la reciben con un ritual efectuado el 21 de diciembre (en ocasiones el 22 de diciembre como en 2015), entre las 10:00 y las 12:00 de la noche, cuando este desciende sobre la tierra.
Esta es una tradición de origen nórdico y según la leyenda, hace más de 80.000 años, un ser de una galaxia lejana aterrizó en la Tierra y se instaló en una región del norte, en la zona que actualmente se conoce como la península de Escandinavia.
Se trataba de un viajero errante y alegre que predicaba sus conocimientos, repartía regalos y bendiciones durante su recorrido.
Otros consideran que el espíritu es más bien visto como una energía que viene desde del centro de nuestro sistema estelar y que llega año tras año para repartir: paz, amor, armonía y alegría y otros hacen una representación gráfica, que no está realmente relacionado con la creencia de Santa Claus, cuya leyenda deriva directamente de las que desde muy antiguo han adornado la figura de San Nicolás de Bari, obispo de Myra y santo que, según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para hacerse monje y obispo, distinguiéndose siempre por su generosidad hacia los niños. En fin, como cristiano les deseo una Feliz Navidad en Jesucristo.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 21 de Diciembre de 2018. Página 2.