Marcos Evangelista Pérez Jiménez, ingresa
a la vida política en 1945, tras
haber participado en el Golpe de Estado contra Isaías Medina
Angarita, y luego en 1948 empuja el derrocamiento de Rómulo Gallegos. Fue
miembro de la Junta Militar
y ministro de Defensa, en la presidencia de Carlos Delgado Chalbaud,
hasta su misterioso asesinato en 1950, siendo el único y verdadero magnicidio
presidencial en la historia republicana de Venezuela.
Tras la crisis originada, la Junta
Militar se transforma en la nueva Junta de Gobierno, con el ascenso
de Germán Suárez Flamerich a la presidencia de la misma, sobre quien
Pérez Jiménez ejerció una inmensa influencia, siendo en la praxis, él quien
realmente era gobernante, como un momento oscuro venezolano en el cual quien gobierna
es un militar, que puede dar un golpe de estado, y a la vez tiene a un civil aparentando ser
el presidente.
Luego de las elecciones de 1952,
Pérez Jiménez asume como Presidente Provisional de la República, nombrado
por la Asamblea Nacional Constituyente el 2 de diciembre, y Presidente para el periodo 1953 - 1958,
iniciada el 19 de abril, bajo el lema del « Nuevo Ideal
Nacional», que se caracterizó por un marcado progreso económico y social, con
el aumento de producción y precios del petróleo (Hasta 2 dólares el barril gracias
a conflictos como la Guerra de Corea) y una ambiciosa política en
infraestructura ejecutada a la perfección debido a la represión del gobierno.
Ahora bien, tras el fin de la II
Guerra Mundial y de la Guerra Civil Española, numerosos europeos se vieron
en la necesidad de abandonar sus hogares en busca de libertad y nuevos
horizontes y otros evadir el hambre dejado tras el Nazismo del Alemán Adolf
Hitler, el Fascismo del Italiano Benito Mussolini y el Comunismo Soviético implementado por Iósif
Stalin.
Destaquemos que estos tres sistemas
políticos e ideológicos se expresaron después de la II Guerra Mundial, con
modelos de partidos únicos, regímenes dictatoriales, la absoluta centralización
del poder y el total control de la sociedad, con la sistemática represión y la
continua propaganda. Fue fundamental el culto a la personalidad y el sentido
mesiánico del Líder. Además los tres sistemas trataron de asaltar el poder por la fuerza
pero llegaron al poder con la legalidad electoral, en los casos de Alemania e
Italia, y con la revolución en Rusia. Sin embargo, abolieron la alternabilidad
del poder y la separación de poderes, en permanente violación de los Derechos
Humanos, como todos los regímenes totalitarios.
En tal sentido, a pesar de la férrea dictadura de Pérez Jiménez, muchos europeos se
vieron maravillados por los avances de aquel legado que no era de “delincuencia,
desabastecimiento, hambruna y miseria”, sino de una verdadera prosperidad económica,
con un bolívar con más valor que el
dólar y con construcciones que se estaban realizando y que aún existen, y se embarcaron hacia acá,
convirtiéndonos en un país de inmigrantes.
Pese al notable cambio en infraestructura
que se experimentó en este lapso y contar con una moneda con valor por encima
del dólar, este periodo se caracterizó por el establecimiento de una
férrea dictadura que disolvió a los principales partidos políticos (AD y
PCV) y dividió a COPEI, acabo con los sindicatos obreros y con cualquier tipo de oposición, lo que
significó la interrupción de la democracia en este período de la Historia del
siglo XX.
Sin embargo, según archivos de la
Oficina Arquidiocesana de Caracas, entre 1951 y 1958 llegaron al país
200.000 Gallegos y Canarios, quienes se insertaron en oficios
como agricultura, carpintería, albañilería y transporte público, lo cual
beneficio al país necesitado de agricultores, ya que con el aumento de la explotación
petrolera muchos venezolanos abandonaron
el campo para dedicarse a la lucrativa actividad en las ciudades. Este vacío
fue aprovechado por los inmigrantes, a los cuales se les dio seguridad
económica y no se les persiguió o se les creo leyes que los cercenaran.
En lo concerniente a la política
interior, el país experimentó un estado de orden y altos estándares en
seguridad. Sin embargo, destacó su carácter represivo, con la aprobación de la
Ley de vagos y maleantes y la represión de organismos como la Seguridad
Nacional, amparado por dicha ley.
No obstante, este período de supremacía terminó el 23
de enero de 1958, como ocurre con todos los regímenes totalitarios
que se creen eternos. Fue depuesto por un golpe de estado, perpetrado por
sectores descontentos dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela, que
trajo como resultado su salida del territorio nacional, rumbo a República
Dominicana, tras lo cual se asentó después en España, bajo la protección
del régimen franquista.
Historia al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Martes 23 de Enero de 2018. Página 2.
Publicado en el Yaracuy al Día el Martes 23 de Enero de 2018. Página 2.
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