Por petición de Simón Bolívar, el
Congreso de Angostura decretó la abolición progresiva de la esclavitud el 11 de
enero de 1820, en todo el territorio nacional, con el fin de sumar a la causa
republicana una gran cantidad de esclavos que aún no participaban en las
guerras independentistas. Además, la decisión también eliminaba la norma de
tradición colonial que dictaba que “vientre de esclavo engendra esclavo”.
Destaquemos que esta no fue la primera
acción a favor de estos prisioneros, ya que en 1810, la Junta de Gobierno prohibió
la introducción y venta de cautivos en todo el territorio nacional y en 1811, se
había acordado la libertad de aquellos esclavos que quisieran alistarse para
combatir a favor de la República, ratificándose dicha proposición en el
artículo 202 de la Constitución Federal.
Además, en 1816, Bolívar ya había
decretado la abolición de la esclavitud para cumplir con la promesa hecha a
Alexander Petión, quien lo ayudó desde la recién liberada isla de Haití.
A nivel constitucional, el decreto
definitivo de la libertad de los esclavos llegó el 24 de marzo de 1854, durante
el gobierno de José Gregorio Monagas, pero la lucha que mantenían las clases
oligarcas del país por el control de las riquezas imposibilitaba a los
desposeídos que recién accedían a la libertad ganarse la vida de otra forma que
no fuera la subordinación total a los patronos, propietarios de las tierras y
medios de producción.
Actualmente el artículo 91 de la CRBV
expresa: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente
que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades
básicas materiales, sociales e intelectuales”, de lo contrario nuestros
trabajadores estarían peor que los esclavos que al menos el patrono le
garantizaba la comida.
Historia al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Lunes 08 de Enero de 2018. Página 2.
Historia al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Lunes 08 de Enero de 2018. Página 2.
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