“Cuando
te das cuenta de que para producir necesitas autorización de quien no produce
nada; cuando compruebas que el dinero es para quien negocia no con bienes, sino
con favores; cuando te das cuenta de que muchos son ricos por sobornos e
influencias, más que por su trabajo, y que las leyes no nos protegen de ellos,
sino por el contrario son ellos los que están protegidos; cuando te das cuenta
de que la corrupción es recompensada y la honestidad se convierte en inútil
sacrificio propio, entonces puedes afirmar, sin temor a equivocarte, que tu
sociedad está condenada”. Ayn Rand. Filósofa
ruso- americana. Judía fugitiva de la revolución Rusa.
El 8 de marzo de 1975 la ONU comenzó a
celebrar el día de la mujer, pero fue en diciembre de 1977 cuando la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 8 de
marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz
Internacional. Ya el 28 de febrero de 1909 se había celebrado por primera vez
en Estados Unidos el Día de las mujeres socialistas, tras
una declaración del Partido Socialista. En la Unión Soviética, después de
la revolución de octubre, la feminista Alexandra Kollontai (Comisaria del
Pueblo para la Asistencia Pública que logró el voto para la mujer, el divorcio
y el aborto) consiguió que el 8 de marzo se considerase fiesta oficial, aunque
laborable hasta el año de 1965.
Desde su aprobación oficial por la Unión
Soviética tras la Revolución rusa de 1917 la fiesta comenzó a celebrarse en
otros muchos países. En China se celebra desde 1922, en España se celebró por
primera vez en 1936, pero como antecedente mencionemos la consecuencia de la
decisión adoptada en Copenhague, donde se celebró por primera vez el 19 de
marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que
asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el
derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la
formación profesional y a la no discriminación laboral. El Secretario General
de la ONU, Ban Ki-moon, expresó: «Los
países en los que hay más igualdad de género experimentan un mayor crecimiento
económico. Las empresas que cuentan con más líderes mujeres logran mejores
rendimientos. Los acuerdos de paz que incluyen a las mujeres son más duraderos.
Los parlamentos en los que hay más mujeres aprueban más leyes sobre cuestiones
sociales clave como la salud, la educación, la lucha contra la discriminación y
la manutención de los niños. Las pruebas no dejan lugar a dudas: La igualdad de
la mujer supone progresos para todos».
Mujer
incomparable en nuestra vida es la Madre
capaz de suplir cabalmente la ausencia
del padre,
Ungida
de un amor tan bello, grande y profundo
como es el de Felipa García, la mejor
del mundo.
Justas
también fueron las abuelas tan cariñosas
que
nos regalaron tan gratuitamente su amor,
Entregándonos
esa sabiduría en las enseñanzas
como Petra Verona, que nos quitaban el
temor.
Regocijante
es en cada instante de nuestra vida
contar con las hermanas que siempre te
ayudan,
gracias a Dios por contar con Sandra, Yajanira
y Coralia que
lo dan todo por todos sin medida.
Felicidades
a todas, especialmente a mi hermanas: Prospera y Rufina, madrinas: Nancy, Elba,
Suleima, Crismilda y Orieta, sobrinas (Naiyareth y Sarai), primas y cuñadas y las del Yaracuy al Día.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Martes 08 de Marzo de 2016. Página 6.
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