«Al entrar febrero todo es alegría (baile la calle de noche, baile la calle de día) para que juntemos nuestras alegrías (baile la calle de noche, baile la calle de día) pa que el pueblo baile de noche y de día (baile la calle de noche, baile la calle de día) la esperanza tuya es la esperanza mía (baile la calle de noche, baile la calle de día)». Fernando Villalona. Carnaval.
El carnaval es
una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de
la cuaresma cristiana, por lo cual está asociado principalmente con
los países de tradición católica, y en menor medida con los cristianos
ortodoxos orientales; las culturas protestantes usualmente no celebran el
carnaval o tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés «fastelavn».
En tal sentido
cuenta con fecha variable (entre febrero y marzo según el año).
Se celebra 40
días antes de la fiesta Cristiana del Domingo de Ramos (la Cuaresma) y no
depende del calendario gregoriano (exclusivamente solar) sino también del
antiguo calendario solar/lunar.
Debemos tomar en cuenta que a comienzos
de la Edad Media la Iglesia Católica propuso una etimología
de carnaval que provenía del latín vulgar carnem-levare, que significa
'abandonar la carne' (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para
todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma).
Posteriormente surgió otra etimología para
esta fiesta pagana que es la que actualmente se maneja en el ámbito popular y
es la palabra latina carne-vale, que en este caso significaría 'adiós a la
carne'.
A fines del siglo XX varios autores
comenzaron a sospechar el origen pagano del nombre y tomaron en cuenta que Carna
que es la diosa Celta de las habas y el tocino, estaría conectada con fiestas indoeuropeas
dedicadas al dios Karna (que en el Mahabhárata aparece como un ser humano,
hermano mayor de los Pándavas, hijo del dios del Sol y la reina Kuntí). Actualmente
se ha convertido en una fiesta popular de carácter lúdico.
El término «Carnaval» se aplica también
a otros tipos de festividades que no están situadas en el tiempo de las
carnestolentas (tiempo previo a la cuaresma), pero que comparten elementos
similares, tales como los desfiles de las comparsas.
Los etnólogos encuentran en el
carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas,
como la fiesta de invierno (Saturnalia), las celebraciones dionisíacas griegas y
romanas (Bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas
afroamericanas.
Algunos autores consideran que para la
sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, este tiempo
ofrecía mascaradas rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se
oponía a la represión de la sexualidad.
La fecha del carnaval depende de la
cuaresma y ésta cambia de acuerdo con el calendario litúrgico relacionado con
el ciclo lunar teniendo en cuenta que el Jueves Santo sea luna llena. Mientras
que para la fecha anual de la Semana Santa se toma en cuenta el domingo de
resurrección (Pascua Cristiana), según las directrices establecidas primero en
el Concilio de Nicea (año 325) y segundo, en el Dionisio el Exiguo (año
525).
“Ay, no ha que llorar, que la vida es un
carnaval, es más bello vivir cantando. Oh, oh, oh, Ay, no hay que
llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando”. La vida es un carnaval. Celia Cruz.
1998.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 10 de Febrero de 2016. Página 6.
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