José Antonio Páez Herrera de Mendoza Xaimes de Agüero, nació en Curpa, Provincia de Caracas (Hoy Estado Portuguesa),
el 13 de junio de 1790, hace ya 225 años,
en una humilde casa a orillas del río Curpa, cerca de Acarigua. En esta
población vivía su madre, María Violante, esposa de Juan Victorio Páez,
empleado del estanco del tabaco en Guanare. Fue el penúltimo hijo entre ocho
hermanos y aprendió a leer y escribir en la escuelita de Guama. Fue un militar que ascendió a General
en Jefe de la Independencia y además un político venezolano de
ascendencia española–canaria que presidio la República de Venezuela entre 1830-1835; 1839-1843
y 1861-1863.
Fue uno de los más destacados próceres de
la emancipación de Venezuela y se le considera entre los
principales representantes del caudillismo
americano. Fue protagonista del nacimiento de la república y colaboró en la
creación de los símbolos patrios, de la iconografía procera y territorial de Venezuela y de Colombia.
Fue uno de los ideólogos de la consolidación del Estado de Venezuela. Además fue tío del pintor
venezolano Carmelo Fernández.
CENTAUROS, SEMIDIOSES Y HÉROES DE LA MITOLOGÍA
Debemos tener en
cuenta que en la mitología griega, los centauros son considerados una raza de feroces
seres habitantes de las regiones montañosas de Tesalia y Arcadia. Sus
representaciones en los frisos y metopas del Partenón de Atenas, con forma
humana de la cabeza a la cintura, y con el bajo vientre y piernas de caballo;
destacan su crueldad y violencia en el combate.
Además, como seguidores
de Dionisio –dios del vino-, se caracterizó a los centauros por su embriaguez y
lascivia, lo cual les costó su expulsión de Tesalia cuando, en un frenético
estado de embriaguez, intentaron raptar a la novia del rey de los lapitas en su
propia fiesta de bodas. El mito abre espacio para una excepción entre los
centauros, es el caso de Quirón, quien se destacó por su bondad y sabiduría, y
educó a héroes como lo eran a Aquiles y Jasón.
En este sentido, es lícito pensar que la
metáfora del centauro llanero debe interpretarse a partir de la representación
del General Páez como un ser excepcional, capaz de fundir en un solo ser la
inteligencia e ideales del hombre y héroe civilizador, y la ferocidad e ímpetu
del animal. Pero además, al aludir a la naturaleza mixta del centauro y su
linaje divino (descendiente del dios Ixión), es posible postular algunas
lecturas adicionales de la metáfora.
Debemos destacar que gracias a la
naturaleza mixta del centauro (mitad hombre, mitad caballo) este ser mitológico
estaría en condiciones de vehicular alegóricamente las características de este
héroe de la independencia americana en su naturaleza mixta de hombre deificado
o dios humanizado (cf. Rose 1970). Un hecho bien conocido de la historia de
América es la deificación de los héroes de la independencia y su culto, como
“Padres” de las naciones que crearon a costa de sangre (cf. Cova, 1943; Ludwin,
1966; Arciniegas, 1983; Carrera Damas, 1973). Esta característica es además del
Libertador Simón Bolívar (El Dios de la Libertad). Para esto y más recomiendo analizar
el artículo de El centauro llanero. Sus Mitos y Símbolos en la Identidad Nacional
Venezolana de Ernesto Mora Queipo, Jean González Queipo y Dianora Richard de
Mora. Opción, Año 23, No. 53 (2007): 91-111.
Historia al Día
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Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 17 de Junio de 2015. Página 6.
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