El 18 de noviembre a san juan de dios
nos vamos/ y rogamos te adoramos virgen de chiquinquira/ porque vos con tu
bondad milagrosa vigencita/ tiene la gracia infinita de bendecir mi ciudad.
Maracaibo 15. El 18 de noviembre.
Nuestra Señora del Rosario de
Chiquinquirá es una de las advocaciones con que se venera a la Virgen
María en el catolicismo. Es la patrona y reina de Colombia,
del Estado Zulia, y de la ciudad de Caraz, Ancash en el Perú.
En Colombia la imagen descansa
en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a donde
acuden miles de peregrinos no solo el día de su fiesta patronal el 9 de julio
sino todos los domingos, cuando se celebran las misas y procesiones. El 3 de
julio de 1986 el Papa Juan Pablo II visitó el santuario y oró por la paz
de Colombia a los pies de la Virgen María. El 9 de julio de 1999
el lienzo visitó por última vez la ciudad de Bogotá para presidir la
oración por la paz. Mientras que una imagen de la Virgen de Chiquinquira
de Venezuela descansa en la Basílica de Maracaibo, siendo esta
ciudad en donde cada año, el 18 de noviembre, se celebra la tradicional
"Feria de La Chinita" y se realizan misas y procesiones en honor a la
Virgen.
Cuenta la historia que una humilde
anciana lavandera habitante de un barrio humilde de Nueva Zamora de Maracaibo
denominado El Saladillo, cuyo nombre no se sabe, en la provincia de Venezuela
cumplía su faena en las orillas de la laguna de Coquivacoa cuando una tablita
llegó a sus manos, sin ninguna particularidad que la hiciere especial, pero al
parecer la misma fue recogida por la lavandera dándole la utilidad de tapa para
la tinaja de agua. Al tiempo a la anciana le pareció reconocer en la tablita
una imagen muy borrosa de carácter religioso y quizá por reverencia la colocó
en una de sus paredes.
El martes 18 de noviembre de 1709 se
encontraba absorta en sus quehaceres, por lo que no prestó atención a una serie
de golpes que se escuchaban en la pared donde colgaba la imagen. Los golpes se
escucharon de nuevo, pero ella no se movió. Sin embargo, a la tercera vez, se
dirigió extrañada al lugar de donde venían los golpes y sorprendida vio cómo en
la tablita se apreciaba claramente la imagen de la Virgen de Chiquinquirá y
salía de ella una luz brillante. La sorpresa de tal fenómeno la llevó a la
calle donde comenzó a gritar: "Milagro, milagro" y con esto se dio
inicio a la gran devoción de los zulianos hacia la Madre de Jesucristo. La
imagen se presume fue lanzada como despojo en aguas del mar, de un saqueo de
algún pirata en el por aquel entonces Virreinato de la Nueva Granada (hoy
Colombia) y se desconoce cuánto tiempo pudo estar flotando en las aguas del mar
hasta llegar a la Laguna de Coquivacoa (hoy Lago de Maracaibo). Era la
indocumentada más querida en el país.
Al tiempo de lo acontecido en casa de la
humilde lavandera, las autoridades de Maracaibo decidieron realizar una
procesión en honor de la Chinita. Cuenta la leyenda que la Virgen era llevada
en hombros por dos hombres elegidos por el propio Gobernador, cuando al doblar
una esquina, la imagen se puso tan pesada que impidió seguir moviéndola.
Finalmente, después de muchos ruegos al cielo y súplicas a la Virgen, uno de
los presentes exclamó: "Tal vez la Virgen no quiera ir a la Iglesia Matriz
y prefiera la de San Juan de Dios".
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 19 de Noviembre de 2014. Página 6.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 19 de Noviembre de 2014. Página 6.
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