JOSÉ GREGORIO ENTRE LO CIENTÍFICO Y LO RELIGIOSO.
Es considerado el impulsor y pionero de
la verdadera docencia científica y pedagógica en Venezuela, basada en lecciones
explicativas, con observación de los fenómenos vitales, la experimentación
sistematizada, prácticas de vivisección y pruebas de laboratorio. También
coloreó y cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de
Virchow. Por otra parte, es destacada su faceta como fisiólogo y biólogo,
conociendo como un verdadero científico a profundidad tanto la física, la química y
las matemáticas, que son ciencias básicas y trípode fundamental sobre la
que reposa toda la dinámica animal.
En lo religioso, una de las características
de José Gregorio era su profunda dedicación a la fe católica, por lo cual
mantuvo una existencia que rayó en el celibato. A partir de 1907 esta
religiosidad ocasionó que tratase de dedicarse a la vida religiosa en varias y
fallidas oportunidades. En la primera oportunidad buscó la ayuda
del arzobispo de Caracas, Juan Bautista Castro, quien escribió una
carta de recomendación al Prior de la Orden de San Bruno, en Lucca, Italia,
para que aceptaran a Hernández. Esta orden requería un examen de vocación antes
de entrar novicio, el cual se inició el 16 de julio de
1908 cuando él arribó a la orden desde Caracas. El 29 de
agosto ya había sido recibido en la Orden con el nombre de "Fray
Marcelo".
La vida de dura y de privaciones de los
cartujos, sin embargo, resultó contraproducente para el venezolano, quien
pronto se enfermó y fue enviado de vuelta a Venezuela para recuperarse.
El 21 de abril de 1909 llegó a La Guaira y tras
recuperarse ingresó al seminario Santa Rosa de Lima de Caracas, y de allí pasó
al Colegio Pío Latinoamericano de Roma para continuar su carrera religiosa.
Lamentablemente para él, volvió a enfermarse y tuvo que retirarse.
Reincorporado a la UCV, vio interrumpida sus actividades académicas
en octubre de 1912 cuando Juan Vicente Gómez decretó
el cierre de la Universidad por considerarla foco de oposición a su gobierno,
ya que para los dictadores como él que eran analfabetos les gusta tener un
pueblo ignorante que le aplaudan y le rindan pleitesía como a un rey, y por eso
toma estas medidas o simplemente gradúan gente a montón que se sientan
agradecidos eternamente con ellos por los favores recibidos.
Entre los años 1914 y 1915 Hernández
dictó clases particulares y gratuitas de Medicina en el Colegio
Villavicencio y en 1917 viajó a Estados Unidos para actualizarse en
bacteriología, reinició su actividad docente el 30 de
enero de 1918 siendo el primer profesor en enseñar la toma de la
tensión arterial en Venezuela. Murió el domingo 29 de
junio de 1919, siendo golpeado por un automóvil en la esquina de
Amadores y Uparal en el centro de Caracas.
Sus restos, inicialmente enterrados en
el Cementerio General del Sur se convirtieron en un centro de
peregrinación constante y tras un incendio provocado por velas sobre su tumba,
el 23 de octubre de 1975 fue trasladado al batisterio de
la Iglesia de la Candelaria en Caracas, donde todas las tardes a 6:00
PM se le celebra una misa. En su honor el Instituto de Medicina Experimental de
la UCV lleva su nombre. En 1986 se le asignó la jerarquía católica romana
de Venerable, esperando su pronta beatificación.
Lectura al Día
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Miércoles 06 de Agosto de 2014. Página 6.
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