«Fue oída en
aquel instante, en la Gloria de Dios, la plegaria de ambos y fue enviado Rafael
a curar a los dos: a Tobit, para que se le quitaran las manchas blancas de los
ojos y pudiera con sus mismos ojos ver la luz de Dios; a Sarra, la de Ragüel, para entregarla por
mujer a Tobías, hijo de Tobit, librarla
de Asmodeo, el demonio malvado; porque Tobías tenía más derechos sobre ella que
todos cuantos la pretendían». Tb 3,16-17
En este relato del Libro de Tobit o
más comúnmente llamado Libro de Tobías se nombra al demonio Amodeus (Asmodai, Sydonai, Chammadai, Asmodeo, o Asmodaeus).
Este libro no forma parte del Antiguo Testamento protestante ni del judío, pero sí del canon católico y cabe
destacar que es también mencionado en el Talmud y en los tratados de demonología que es la rama de la teología y de la mitología que se encarga del estudio de los demonios y sus relaciones, haciendo alusión tanto a sus orígenes como
a su naturaleza.
El origen de Asmodeus se
halla en la religión mazdeísta (Zoroastrismo) de los persa y se
cree que probablemente llega al judaísmo durante el tiempo en el que este pueblo se halló bajo la
dominación persa (s. VI a.C), y más tarde, pasaría al cristianismo en la era antigua aparentemente en el siglo II a.C.
En el Libro
de Tobías este demonio Asmodeus se enamora de Sarra, hija de Ragüel, y cada vez
que aquella contrae matrimonio, mata al marido durante la noche de bodas. Así
llega a matar hasta a siete hombres, impidiendo que consumen el matrimonio. Más
tarde, Sarra se promete a un joven llamado Tobías, hijo de Tobit. Éste recibe
la ayuda del arcángel Rafael, el
cual le enseña cómo librarse del demonio. De este modo, Tobías toma un pez y le
arranca el corazón, los riñones y el hígado, colocándolos sobre brasas.
Asmodeus no puede soportar los vapores así
desprendidos, y huye a Egipto, en
donde el arcángel Rafael lo encadena y no se sabe más de la suerte que corre este
demonio que se presenta como símbolo del deseo carnal y además cómo el demonio
responsable de la lujuria, que es uno de los 7 pecados capitales.
En el Talmud,
Asmodeus no parece ser una criatura tan maligna como en otros libros, sino que
relata historias sobre su trato con el rey Salomón
que al parecer llegó a atrapar al demonio y lo obligó a construir el Templo de Jerusalén. En otra leyenda Asmodeus
es presentado como el rey de todos los demonios,
similar al concepto cristiano de Satán
o de Lucifer, y como amante de Lilith después de que ésta abandonara a Adán (Que tuvo su caída al comer con
Eva uno de los árboles prohibidos del conocimiento del bien y del mal). Adán se
emparejó con Lilith y según engendrando miles de demonios.
A San Rafael Arcángel le dedicamos cada día 24 de octubre la celebración
de tener un protector tan ideal de tantos demonios que puedan azotar a los
habitantes del Municipio Independencia, teniendo además la medicina de Dios que
nos sane de todos aquellos males que nos ataquen el alma y el cuerpo.
Lectura al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 25 de Octubre de 2013. Página 6.