El 14 de mayo de
1813 sale de Cúcuta el ejército conducido por el
brigadier Simón Bolívar con destino a Venezuela. Lo integran brillantes
oficiales granadinos y venezolanos, por lo que la campaña que se inicia se
llamará la Campaña Admirable. Exiliado en Nueva Granada, después de la
capitulación de 1812, Bolívar se entregó de lleno a la tarea de conseguir ayuda
para invadir a Venezuela y en el Manifiesto de Cartagena expuso su plan de
acción al gobierno neogranadino.
Después de prestar servicios y participar en varias campañas en el vecino país (Cartagena, Santa Marta, Pamplona), obtuvo la ayuda del gobierno de la Nueva Granada e invadió por San Antonio del Táchira a comienzos de marzo de 1813. Bolívar había recibido el 30 de marzo la deseada autorización, para invadir a Venezuela, aunque no a entera satisfacción; además, las divergencias surgidas entre él y el coronel Manuel del Castillo retrasan notablemente la empresa libertadora de la patria.
Después de prestar servicios y participar en varias campañas en el vecino país (Cartagena, Santa Marta, Pamplona), obtuvo la ayuda del gobierno de la Nueva Granada e invadió por San Antonio del Táchira a comienzos de marzo de 1813. Bolívar había recibido el 30 de marzo la deseada autorización, para invadir a Venezuela, aunque no a entera satisfacción; además, las divergencias surgidas entre él y el coronel Manuel del Castillo retrasan notablemente la empresa libertadora de la patria.
Contaba
Bolívar con una fuerza de 800 hombres, organizados en 2 columnas o divisiones:
la de vanguardia, bajo el mando del teniente coronel Atanasio Girardot, con el apoyo del
mayor Luciano D'Elhuyar como segundo comandante que debía barrer hacia la
provincia de Trujillo; mientras que la retaguardia estaba a cargo del coronel José Félix Ribas como comandante, José Tejada jefe de
artillería y del mayor Rafael
Urdaneta como mayor general que debía
seguir por San Cristóbal-Selva de
San Camilo-Barinas.
Asimismo, en sustitución del coronel Manuel del Castillo y Rada había sido nombrado segundo comandante del Ejército el brigadier Joaquín Ricaurte, quien no obstante no acompañó al comienzo a Bolívar en la campaña; incorporándose al año siguiente. Pedro Briceño Méndez era el secretario general y como edecanes, fueron nombrados Juan José Pulido, Fermín Ribón y José Jugo.
Asimismo, en sustitución del coronel Manuel del Castillo y Rada había sido nombrado segundo comandante del Ejército el brigadier Joaquín Ricaurte, quien no obstante no acompañó al comienzo a Bolívar en la campaña; incorporándose al año siguiente. Pedro Briceño Méndez era el secretario general y como edecanes, fueron nombrados Juan José Pulido, Fermín Ribón y José Jugo.
PROCLAMACIÓN DEL LIBERTADOR.
Cuando Bolívar
llega triunfalmente a Mérida, el 23 de mayo de 1813, en su rutilante
carrera hacia la gloria, después que la vanguardia de su ejército hizo huir al
jefe realista Correa, el pueblo lo aclama como LIBERTADOR, siendo la primera
vez que así se le llama al hombre que nos dio la PATRIA LIBRE.
El Concejo de esta
ciudad merideña, presidido por don Luis María Rivas, le saluda en sesión
especial con estas palabras: «¡Gloria al Ejército Libertador y gloria a
Venezuela que os dio el ser, a vos, ciudadano general! Que vuestra mano
incansable siga victoriosa destrozando cadenas, que vuestra presencia sea el
terror de los tiranos y que toda la tierra de Colombia diga un día: Bolívar
vengó nuestros agravios».
Después de proclamar la guerra a muerta, de luchar en diversas batallas (Agua Obispo, Niquitao, Los Horcones, Taguanes) el 6 de agosto de 1813 entró triunfalmente a Caracas el pequeño ejército mandado por aquel personaje que nos dio la Libertad a todos los venezolanos por igual y no quiso que nos hinquemos ante ninguna nación, entregando su vida y su fortuna, sin ambicionar nada como bien dijo:
Después de proclamar la guerra a muerta, de luchar en diversas batallas (Agua Obispo, Niquitao, Los Horcones, Taguanes) el 6 de agosto de 1813 entró triunfalmente a Caracas el pequeño ejército mandado por aquel personaje que nos dio la Libertad a todos los venezolanos por igual y no quiso que nos hinquemos ante ninguna nación, entregando su vida y su fortuna, sin ambicionar nada como bien dijo:
"Anhelo por
el momento de transmitir este poder a los representantes que debéis
nombrar...yo no he venido a oprimiros con mis armas vencedoras: he venido a
traeros el imperio de las leyes: he venido con el designio de conservamos
vuestros sagrados derechos. No es el despotismo militar el que puede hacer la
felicidad de un pueblo, ni el mando que obtengo puede convenir jamás, sino
temporariamente, a la República.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del Gobierno; es el defensor de su libertad... Elegid vuestros representantes, vuestros magistrados, un gobierno justo y contad con que las armas que han salvado la República, protegerán siempre la libertad y la gloria nacional de Venezuela". Discurso pronunciado en Caracas, el 2 de enero de 1814.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del Gobierno; es el defensor de su libertad... Elegid vuestros representantes, vuestros magistrados, un gobierno justo y contad con que las armas que han salvado la República, protegerán siempre la libertad y la gloria nacional de Venezuela". Discurso pronunciado en Caracas, el 2 de enero de 1814.
Publicado en el Yaracuy al Día el Lunes 27 de Mayo de 2013. Página 6.
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