“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si
no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan
los derechos elementales de las personas, la democracia no es más que una
cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento”. Nelson Mandela.
Destaquemos que los gobiernos de Luis
Herrera Campins y Jaime Lusinchi no fueron capaces de frenar las espirales
inflacionarias y las políticas empleadas fueron el control de cambio (RECADI) y
el control de precios, respectivamente.
Estas medidas devinieron, como todo supuesto control, en corrupción
administrativa y mercados negros de divisas y bienes.
Ahora bien, CAP emplea
un programa de ajustes macroeconómicos promovido por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el cual fue llamado "Paquete Económico”, el cual contemplaba:
·
A
través del programa el gobierno debía obtener 4500 millones de dólares en 3
años.
·
Las
tasas de interés activas y pasivas fueron liberadas con un tope temporal fijado
en un 30%.
·
Eliminación
de la tasa de cambio preferencial.
·
Liberación
de los precios excepto en 18 renglones de la canasta básica.
·
Incrementó
gradual de las tarifas de servicios públicos.
·
Aumento
anual durante 3 años de los precios de productos derivados del petróleo, del
precio de la gasolina en un 100% y de las tarifas del transporte público en un
30%.
·
Congelación
de cargos en la administración pública, entre otros.
Al aplicarse el paquete económico, la economía cayó en picada y los índices de inflación y desempleo aumentaron considerablemente.
La liberación de
precios congeló el mercado de productos, muchas panaderías cerraron y aumentó el
precio del pan en un 200% y el gas doméstico un 52%, además la escasez y el
acaparamiento se intensificaron.
El 26 de febrero
de 1989 se decretó el aumento de la tarifa de transporte público y se hizo
efectivo deliberadamente al día siguiente en Guarenas y desde tempranas horas
de la mañana decenas de pasajeros se concentraron desde avenida Lecuna hasta la
avenida Bolívar, en protesta a las nuevas tarifas impuestas por los chóferes de
la ruta Caracas-Guarenas-Guatire -el pasaje pasó de 6 a 18 Bs- mucho más elevado
que lo aprobado por el gobierno. En diversas zonas de la ciudad hubo saqueos y
algunos autobuses fueron quemados. La protesta se extendió inclusive a otras
ciudades.
La masacre ocurrió el día 28 de febrero,
cuando fuerzas de seguridad de la Policía Metropolitana (PM), las
Fuerzas Armadas del Ejército y la Guardia Nacional (GN) salieron a
las calles. El ministro de Defensa, Italo del Valle Alliegro, anunció la
suspensión de las garantías constitucionales iniciándose el toque de queda más
sangriento de la historia, contra ciudadanos que supuestamente no contaban con
una dirigencia (unos dicen que la ultraizquierda dirigía todo), ni planes y
objetivos precisos.
Las cifras oficiales reportan 276
muertos y reportes extraoficiales calculan más de 300 y 2000
desaparecidos. En el Cementerio General del Sur hallaron muchas fosas
comunes, como “La Peste” en la cual había 68 cuerpos sin identificar que no
estaban incluidos en la lista oficial.
Opinión al Día
Publicado en el Yaracuy al Día el Jueves 01 de Marzo de 2018. Página 2.
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