Hace casi tres décadas, al amanecer del día domingo 19 de diciembre de
1982, el barco petrolero “Murachí” (de la entonces empresa petrolera Lagoven,
filial de PDVSA) se disponía a descargar 15.000 litros de fuel-oil, combustible
necesario para activar la planta. No obstante, uno de los obreros se percató de
que existía un punto sobrecalentado e imprudentemente éste abrió la escotilla,
lo cual originó la entrada de aire y por consiguiente el avivamiento de las
llamas que alcanzaron el tanque Nº 8 y esto ocasionó la primera explosión a las
06:30 a.m, que desató una inmensa bola
de fuego la cual acabó lamentablemente con la vida de los obreros de guardia. Inmediatamente, fue lanzada la alerta tanto a las autoridades
competentes como a los medios de comunicación social sin exceptuar a ninguno (radio,
prensa y televisión); los cuales se apersonaron en el sitio del suceso para
cubrir las incidencias.
Al mediodía, la situación se daba por controlada, pero sin embargo a las
12:45 p.m., debido al fenómeno de boil-over (acumulación de vapores calientes)
se produce la segunda explosión ya que aunque el fuego en el tanque número 8
estaba controlado, explotó el número 9 lo que provocó una oleada de llamas que
se extendió y ocasionó que cientos de personas perdieran la vida. Fue el
momento más trágico, ya que aquí es cuando hay lamentablemente mayor cantidad
de víctimas fatales incluyendo policías, bomberos y comunicadores sociales que
cubrían los acontecimientos, siendo este desastre catalogado como
la peor tragedia jamás vivida en Venezuela (si se exceptúan los deslaves de
diciembre de 1999, los cuales fueron de orden natural); ya que allí fallecieron
más de 160 personas, entre ellos 9 comunicadores sociales; así como bomberos,
policías, etc. (que dos días más tarde fueron
confirmados).
Debido al incremento de las personas fallecidas en el siniestro y a la
cantidad ratificada, la misma se definió como la tragedia o el accidente de Tacoa. Pues este desastre
se originó en la planta de generación eléctrica “Ricardo Zuloaga” (hoy conocida
como “Josefa Joaquina Sánchez”), la cual era propiedad de la antigua Electricidad
de Caracas, ubicada en el sector Arrecifes de la población de Tacoa del para aquel
entonces denominado Departamento Vargas del Distrito Federal en Venezuela (hoy
conocido como el Estado Vargas).
Ahora, pasada la 1:10 de la madrugada
del sábado 25 de agosto del presente año ocurrió una explosión en la principal
refinería de nuestro país ubicada en el noroeste. Específicamente en la ciudad
de Punto Fijo, llamada la refinería de Amuay, que forma parte del Centro de
Refinación Paraguaná (CRP) y es la más grande de nuestro país ya que procesa
unos 645.000 barriles de crudo por día. Esto produjo una pérdida irreparable hasta
el momento de 39 muertos, la mayoría de ellos militares, quienes custodiaban el
complejo, y más de 80 heridos, según informó el propio gobierno. La onda
expansiva de la explosión, provocada por una fuga de gas, afectó principalmente
el complejo donde habitan con sus familias los miembros de un destacamento de
la GNB, encargado de la seguridad de la refinería, así como varias comunidades
aledañas, según dijo el vicepresidente en declaraciones al canal “oficial” VTV.
Unos 80 bomberos especializados de la
estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) siguen desplegados en la zona. El
presidente de la empresa pública PDVSA y además Ministro de Energía y
Petróleo Rafael
Ramírez afirmó que se instalará una comisión de investigación para determinar
el origen del accidente, aunque insisto en la frase que dice que es mejor
prevenir que lamentar ya que el mantenimiento periódico, la inversión (que en
beneficio de nuestro pueblo nunca será considerado gasto), así como el cumplimiento
de los protocolos de seguridad establecidos que permiten evitar males peores. Aunque
con esto no preciso que las causas del incidente sea el incumplimiento de lo
anterior, dejemos que los expertos investiguen a profundidad este hecho
lamentable y pido a Dios que les acompañe y a sus familiares les fortalezca.
Publicado en el Yaracuy al Día el Viernes 31 de Agosto de 2012. Página 6.